Bolivia decide hoy si Evo va o no a otro mandato

Las autoridades de Bolivia expresaron ayer su confianza en que hoy se vivirá una jornada electoral pacífica, y convocaron a una masiva participación en el referendo constitucional que definirá si el presidente Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera pueden volver a ser candidatos en 2019.

“Más allá de los cálculos agoreros y siempre catastrofistas que hace la oposición (...), yo estoy seguro de que todo va a transcurrir de manera muy tranquila”, declaró García Linera en La Paz, y agregó que cada vez que hay una víspera de una votación, siempre hay voces que hablan de posibles problemas, pero está seguro de que la población ejercerá su derecho al voto sin dificultades.

La presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Katia Uriona, resaltó que se trata de una “votación democrática importante”, que debe contar con un acompañamiento pacífico de los ciudadanos.

Los bolivianos participarán en un referendo impulsado por el oficialismo que definirá si se permite a Morales y García Linera volver a presentarse como candidatos en 2019.

Ambos comenzaron su primer mandato en 2006, el segundo en 2010 y el tercero en 2015 y aspiran a un nuevo periodo de Gobierno hasta el 2025, cuando Bolivia cumplirá 200 años de independencia.

El viernes, la misión de observación electoral de Unasur llamó a los bolivianos a ejercer en libertad su derecho a votar y la Defensoría del Pueblo pidió a las autoridades electorales garantizar una “total transparencia” en el proceso.

Bajo ese pedido, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia resolvió que está prohibido ingresar a los recintos de votación con celulares, cámaras fotográficas y filmadoras, “con el propósito de garantizar el secreto del sufragio”.

El ambiente político que se vive en Bolivia está sumamente polarizado. La oposición hizo una campaña en contra de la reforma afirmando que el intento de los dos mandatarios de seguir en el poder dañará democracia del país.

Otros detractores señalan a Evo por los recientes escándalos en los que se ha visto involucrado. El más bullicioso implica presunto tráfico de influencias con su expareja, una empresaria a la que le descubrieron contratos millonarios con el Estado y quien además le dio un hijo que falleció. Aun así, Morales tiene miles de seguidores por los años de estabilidad e inversión en el desarrollo del país, que es aceptada incluso por la oposición.