Belen de fiesta y Europa en alerta en esta Navidad
Una multitud acudía ayer a Belén para las celebraciones de la Nochebuena antes de la tradicional misa del gallo, celebraciones que en Europa se llevarán a cabo con seguridad reforzada.
Una multitud acudía ayer a Belén para las celebraciones de la Nochebuena antes de la tradicional misa del gallo, celebraciones que en Europa se llevarán a cabo con seguridad reforzada.
En esta ciudad de Cisjordania ocupada, los cristianos, palestinos y extranjeros, convergían hacia la plaza del Pesebre, cerca de la Basílica de la Natividad, a pesar de una fina lluvia y en una atmósfera más festiva que el año pasado.
La Navidad 2015 una ola de violencia azotó Israel y los Territorios Palestinos, lo que provocó una caída de las visitas de Belén. Este año los visitantes regresaron, según los responsables del sector turístico.
El padre Pierbattista Pizzaballa, administrador apostólico del patriarcado latino de Jerusalén, celebró la misa de gallo.
En Europa en cambio, el temor a posibles actos de violencia preocupaba a las autoridades, menos de una semana después de que un camión conducido por un yihadista atropellara a 12 personas en un mercado de Navidad en Berlín, un ataque reivindicado por el grupo Estado Islámico.
Las medidas de seguridad para los festejos de Nochebuena fueron reforzadas en varias ciudades europeas, como en los alrededores de la catedral de Milán, principal atracción turística de la ciudad en donde se instalaron barreras de hormigón alrededor de la plaza de este sitio turístico en donde hay un mercado de Navidad.
En Berlín, habitantes y turistas se congregaron en el mercado de Navidad en donde se produjo el ataque, algunos prendían velas, otros dejaban flores.
En su mensaje de Navidad, el presidente alemán, Joachim Gauck, pidió a sus compatriotas “no cavar aún más en las divisiones”, ni “condenar de manera general a un grupo de personas”, en alusión a los refugiados.
En Francia, más de 90.000 policías, gendarmes y militares, fueron movilizados en todo el país, dijo el director de la policía francesa, Jean-Marc Falcone.
En Siria, de donde viene gran cantidad de los refugiados acogidos en Alemania, la comunidad católica de Alepo celebró la primera misa en cinco años en la catedral maronita San Elías, dos días después del anuncio del régimen de Bashar al Asad de la reconquista total de los barrios controlados por los rebeldes.
En el vecino Irak, también inmerso en un violento conflicto contra Estado Islámico, los cristianos celebraron la primera misa en una iglesia de Bartalla desde la reconquista de esta ciudad cercana a Mosul que estaba en manos del grupo yihadista.