Una barrita de cereal fue el motivo de una larga pelea judicial luego de que Stella Maris Barcia, una mujer en Chaco, Argentina, encontrara un diente en el producto.

La pieza dental se encontraba incrustada entre los ingredientes, generando el asombro e indignación de la mujer que no dudó en recurrir a la Cámara de Única Instancia de la Primera Circunscripción de la Provincia del Chaco.

Gracias a esta acción, tanto el fabricante del producto, como el vendedor y su distribuidor, resultaron sancionados administrativamente en razón a “la supuesta infracción del fabricante de la ley 2440, de Defensa del Consumidor”.

La firma fabricante del producto, el cual es comprado por miles de argentinos todos los días, no quiso dejar las cosas allí, sino que apeló ante la Corte suprema de Justicia de la Nación, en donde los jueces Elena Highton de Nolasco, Horacio Rosatti y Ricardo Lorenzentti rechazaron el recurso.

De esta manera, la Corte suprema confirmó el fallo del Tribunal chaqueño que sancionó a la empresa, aclarando que el hecho sólo podía deberse a una anomalía en el proceso de producción y dejando vigente la siguiente resolución.