La compleja situación económica se estacionó de algún modo en las cuentas de los bancos y las aseguradoras. Les jugó un tanto en contra la economía, tensa por la caída del precio del petróleo, que presionó a la baja el gasto público y provocó que haya menos dinero dando vueltas en el mercado. En el 2015 la banca vio retroceder los depósitos (-12,9 %) y, por consiguiente, sus créditos (-4,5 %), mientras que los seguros vendieron menos primas (-1,9 %). Es decir, un escenario poco propicio para atajar nuevas reglas que invoquen un esfuerzo mayor en sus ejercicios financieros. Fue por eso que solicitaron que se extiendan los plazos para que los bancos puedan subir sus capitales. Aunque la mayoría consiguió la meta, el Código Orgánico Monetario les exige un mínimo de $ 11 millones. Para las aseguradoras, el límite inferior es $ 8 millones.

La Junta Política Monetaria y Financiera se condescendió con esas empresas, aunque los plazos los dejó a discreción de los titulares de la Superintendencia de Bancos y la de Compañías, Valores y Seguros. La primera decidirá caso por caso. La segunda dará 18 meses de extensión, pero según un cronograma y el perfil de cada compañía.

Diario EXPRESO dialogó con el presidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ABPE), Julio José Prado, y con el director ejecutivo de la Cámara de Compañías de Seguros del Ecuador, Luis Cabezas-Klaere. Ambos opinaron sobre estos cambios.

Según ellos, la compleja situación económica no debería auspiciar cambios bruscos en la normativa.