La mentalizadora. Alexandra Calero cuenta con el apoyo del padre Rainiero Marincioni.

Un banco de vestidos, una obra de solidaridad

Esta iniciativa tiene opciones de vestidos de novia, atuendos para primera comunión, ternos, camisas y corbatas.

Paola Barek donó tres trajes para la corte de honor al banco de vestidos de la iglesia María Reina (cuyo párroco es Rainiero Marincioni), de la urbanización Puerto Azul, de la vía a la costa. Dos le pertenecían a sus hijas, Luciana y Giuliana Donoso, y el tercero a su sobrina Amira Ferráez.

“Generalmente es ropa linda que se usa una vez y se queda en el clóset llenándose de polvo. Por ello consideré que era mejor regalarla para que niñas de escasos recursos la usaran”.

Hace cuatro años nació el banco de vestidos de esta comunidad católica. Alexandra Calero fue la mentalizadora, quien es catequista de la parroquia y profesora de religión de la Unidad Educativa Nobel de la Fundación Educar en Cristo (que también dirige Marincioni), en Puertas al Sol.

“En una ocasión arreglando los clósets encontré los vestidos de primera comunión de mis hijas, Alejandra y Andrea. Me dio pena que estuvieran guardados, sin uso. Conversé con el padre Rainiero, le dije que quería donarlos a la iglesia para que los presten a los que los necesitan y que lo ideal sería que estas personas luego los devuelvan para así seguir prestando. A esta iniciativa se unieron otras madres del sector de la vía a la costa”, cuenta Alexandra.

La primera entrega se hizo en la capilla Madre Dolorosa de Puertas al Sol, donde se encuentra el primer banco de vestidos. Existen dos más en Divino Niño, de Jardines del Salado, y Arnoldo Janssen, de Monte Sinaí (en la vía Perimetral).

Con estas congregaciones de la iglesia María Reina comenzó este programa y es a las que se destinan los trajes. “Sería maravilloso que esta iniciativa se extienda a las diferentes parroquias de Guayaquil”, añade.

Al inicio las donaciones eran solo atuendos de primera comunión, ahora también incluyen vestidos de novia, ternos, camisas y corbatas, debido a que la Fundación Educar en Cristo organiza un matrimonio comunitario una vez al año en la capilla de Monte Sinaí. “Se les da a los contrayentes desde los atuendos hasta la fiesta”.

Aproximadamente cuentan con 30 trajes para recibir el sacramento de la comunión y 10 para el de matrimonio. Las donaciones se reciben en la iglesia María Reina y estas luego se las envía a los diferentes bancos. La única condición es que antes de regalar se piense si esa prenda se la pondrían a su hija o la usarían ellos. “Es decir, tiene que estar en buen estado. Cuando vi a niñas de escasos recursos luciendo los vestidos de mis hijas me emocioné tanto que se me salieron las lágrimas”.

Las catequistas de las capillas que pertenecen a María Reina saben quiénes pueden necesitar estas vestimentas o las madres de familia que conocen de esta obra de amor y solidaridad piden que se las apoye. “No se alquila, se presta y por ello no tiene costo, el único requisito es devolver la ropa limpia”.

Boda colectiva

Ropa para el día más importante

Los atuendos de novia, ternos y corbatas son usados en matrimonios comunitarios, organizados por la Fundación Educar en Cristo. Este se ofició en Monte Sinaí.