Las cifras son alentadoras. En su primer año de gestión, cumplido este mes, el Banco de Medicinas de la ciudad -creado mediante un acuerdo entre el Banco de Alimentos Diakonía de la Arquidiócesis de Guayaquil y el grupo Difare- ha entregado 300.000 medicamentos a personas necesitadas de la urbe y otros cantones cercanos como Daule y Durán.

En números, el programa ha beneficiado con 200 tipos de medicamentos, en su mayoría multivitamínicos, antialérgicos y antibióticos, a 4.000 personas.

Para este año el Banco, el primero con el que cuenta el país, prevé dar asistencia a un número similar de pacientes e incluso superior.

Así lo dieron a conocer ayer el arzobispo de la ciudad, monseñor Luis Cabrera; y Julio Ocaña, vicepresidente del Grupo Difare, durante la firma del convenio que asegura la continuidad de la misión.

“Este tipo de labor, que la empezamos hace un año, nosotros como industria la buscábamos hace muchísimo tiempo”, dijo Ocaña. “Con ella fortalecemos nuestra responsabilidad social, pero sobre todo damos soporte a quienes más lo necesitan. Y eso nos llena”, agregó. La meta es seguir creciendo.

Al momento los fármacos que Diakonía entrega son los requeridos, en virtud de las necesidades que cada sector tiene, por la Red de Dispensarios de la Arquidiócesis (Redima), que tiene 27 casas de salud y cerca de 40 fundaciones, todas con sus especialistas, adscritas al Banco de Alimentos.

“En estos lugares, además de medicina, damos atención médica. Contamos con profesionales que dan parte de su vida para aliviar y eliminar el sufrimiento de tantas personas necesitadas”, agregó el monseñor, al resaltar que, en ese sentido, el Banco de Medicinas -que está íntimamente relacionado con el de Alimentos- es la expresión más clara de la colaboración de las entidades comprometidas con el bienestar de los más vulnerables.

Para este nuevo periodo se espera, además, la participación de nuevos actores del sector farmacéutico con diferentes apoyos. Algunos internacionales, como es el caso de Bayer Ecuador, que aportarán con programas preventivos. ‘Escucha tu corazón, toma el pulso de tu vida’, es uno de ellos. DSZ