
Banca: al dinero electronico hay que inyectarle confianza
El temor de que es otra moneda es el freno. El saldo que mantiene es de $ 9,6 millones. Un sistema similar, la tarjeta de débito, suma $ 100 millones al mes.
En el país, el uso del dinero electrónico llega a 9,6 millones de dólares (saldo que se mantiene en las cuentas), muy por debajo de lo que mueven las tarjetas de débito al mes ($ 100 millones). Se trata de un sistema que, pese a tener más de tres años de vigencia, no despega por “falta de confianza”.
Así lo cree Julio José Prado, presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca). Para él, una moneda o un mecanismo de pago, cualquiera que estos sean, tiene que responder a un tema de confianza; si no genera eso en el usuario, sencillamente no avanza. Una alternativa, dijo, es atar al sistema a una cuenta de ahorro o corriente.
Pero, ¿por qué el dinero electrónico es malo en manos del Banco Central del Ecuador y si pasa a los bancos privados no? Prado indicó a Diario EXPRESO que se requiere dar la certeza de que el proyecto sea un servicio, para bancarizar e incluir. Precisó que en el mundo hay 270 tipos de billeteras móviles que funcionan, donde los gobiernos solo lo regulan o controlan; y no puede ser usado para lo que dijo el exministro de Finanzas de Grecia, Yanis Varoufakis, para pagar a proveedores, sueldos y bonos.
El líder gremial reconoció que no hay nada determinado aún para que ellos manejen el proyecto, más que la promesa del presidente Lenín Moreno para revisar el proyecto.
Pero, ¿por qué el dinero electrónico podrá despegar en manos de los bancos privados? Reiteró que la clave está en generar confianza. Para Prado el proyecto es buena idea, pero hay que aplicarlo bien como se hace en otros países, donde no es una moneda paralela, inorgánica; sino que está atado a una cuenta financiera.
En el país el dinero electrónico todavía es limitado, no se puede usar en todos los comercios y no sirve cruzando la frontera. Al respecto explicó que no se trata solo de crear el mecanismo, sino también el ecosistema del pago digital; es decir, que una gran cantidad de actores confíen y se involucren. Una vez que hay un ecosistema de pago nacional se puede conectar vía interbancaria con los otros ecosistemas que hay en otros países, como en Perú o Colombia.
Pero, antes de todo se necesitarán reformas legales. El Código Monetario en varios artículos donde indica que la capacidad de emisión del dinero electrónico es un tema solo del Banco Central del Ecuador. Dado este paso Prado consideró que el dinero electrónico en manos de los bancos privados podrá crecer exponencialmente y puso como ejemplo el despegue que ha tenido la tarjeta de débito.
“Se han dado tres millones de transacciones”
El dinero electrónico tiene un respaldo 100 % en el BCE, no es una moneda alternativa, es un servicio. Así lo enfatizó a Diario EXPRESO Ricardo Quiroga, asesor y vocero del proyecto Dinero Electrónico en Ecuador, para aclarar que el proyecto es bueno desde todos los puntos de vista y no es que será positivo solo si lo maneja la banca privada. Agregó que todavía se desconocen los cambios que se puedan dar; pero, entre las opciones que se están recién estudiando se maneja que el BCE atienda a los usuarios no bancarizados y si, la banca privada ingresa, que le dé el servicio a quienes tienen cuentas de ahorro y corriente.
Ante todo se busca que no se pierda la razón del proyecto, esto es fortalecer la dolarización, bancarizar y ser inclusivos con la atención.
Aclaró que de darse el paso para que los bancos privados manejen el proyecto será necesario hacer modificaciones a las normas tecnológicas y eso llevará meses. Resaltó que en los últimos seis meses es cuando más transacciones y cuentas se han dado. “Estamos cercano a tener 350.000 usuarios”, manifestó Quiroga.
Desde 2014 hasta la fecha se han utilizado 29 millones de dólares en tres millones de transacciones.
Según Quiroga el dinero electrónico sí está llegando a los ciudadanos. Cada día se abren entre 200 y 300 cuentas.
Otro punto que se está analizando es cuánto costará usar el dinero electrónico, a través de los bancos privados, quienes tienen una actividad comercial: mientras que el BCE no, solo cubre costo de funcionamiento sin tener ganancia.