Elecciones. Alejandro Domínguez ocupaba el cargo interino en el organismo por Napout. Ayer en los sufragios fue respaldado.

Autos electricos pierden espacio en suelo aleman

Los vehículos eléctricos no logran adquirir popularidad en Alemania. En la coalición de Gobierno hay cada vez más partidarios de las subvenciones estatales.

Los alemanes no muestran mucho interés por los coches eléctricos, por lo que están aparcados en los concesionarios. Podría haber pronto subvenciones estatales por la compra de dichos autos para paliar la débil demanda, incluyendo la participación de la industria automotriz.

El jefe del CSU, Horst Seehofer, mostró también su apoyo a esta medida tras haberlo hecho Sigmar Gabriel, presidente del SPD. Seehofer dijo que el Gobierno tendría que negociar la magnitud y participación de la industria.

El ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, en cambio la rechaza. “No es tarea del Estado ayudar en la venta de coches”, reza su credo. El ministro y amigo de Seehofer, Alexander Dobrindt del CSU, hasta ahora ha declinado también esta ayuda, pero presumiblemente recibió otras indicaciones de su jefe de partido.

Según la revista Der Spiegel se está planteando la introducción de un fondo, concretamente una financiación de 5.000 euros por coche eléctrico e híbrido conectable a la red: 1.500 euros procederían de la industria automotriz. El Gobierno además planea la construcción de 16.000 estaciones de carga.

La canciller alemana, Angela Merkel, se reunirá con los presidentes de Volkswagen, Daimler y BMW para asesorarse sobre el tema.

El jefe de Porsche, Oliver Blume, sostiene que la tecnología de las baterías supone el peor problema, porque perjudica la rápida expansión de dichos autos.

Él exige un nuevo arranque para la producción nacional de células de baterías. Alemania necesita una fábrica de baterías y el Gobierno debería “apoyar con fuerza la ubicación en Alemania de la producción de las células de baterías”, según Blume, para fomentar la expansión de los autos eléctricos. DPA