Danza. El grupo Arte Hispano deleitó al público con amorfinos y un baile montuvio.

Arte y cultura en calle Panama

El festival que busca reactivar esta zona regenerada de la ciudad donde en el siglo XX se ubicaron los tendales de cacao.

Cinco cuadras de la calle Panamá, desde Loja hasta Luzárraga, se convirtieron desde ayer en el escenario donde se desarrollarán varias actividades culturales, artísticas y recreativas. Esto forma parte del II Festival Guayaquil Cultural y Turístico, organizado por el Comité Cívico Pro Centro de Guayaquil.

El objetivo de este festival es reactivar esta calle regenerada y despertar el arte y la cultura de la ciudad, en un plazo que debe concluir en octubre del 2020, cuando se celebre el bicentenario de la gesta independentista de la ciudad.

Por casualidad o porque conocían del evento, decenas de personas comenzaron a llegar a esta calle icónica, donde en el siglo XX se ubicaron los tendales de cacao, conocida como la pepa de oro.

Allí pudieron observar gratuitamente más de una treintena de stands donde se expondrán, hasta hoy, números musicales, pintura y escultura, teatro, moda, fotografía, grupos de bailes, microteatro, autos clásicos, mimos, malabaristas, estatua humana, etc.

Andrés Estupiñán, de 50 años, aprovechó para tomarse fotos a bordo de varias motos que exhibe Guayaquil Ribers Moto Club. “Siempre he querido tener una como estas, pero por falta de dinero no se ha podido. Ahora llevaré esta foto para presumir con mis amigos”, dijo sonriendo.

Carlos León (12), junto a su hermano Martín (16) hicieron una competencia de quién arma primero el cubo Rubik, aprovechando que en uno de los stands se exhibía este rompecabeza que desde su creación ha cautivado a muchas generaciones, por lo cual nunca pasa de moda.

Otros, como Sandra Cabrera y Manuel Loaiza, aprovecharon la mañana para recorre la vía que se volvió peatonal. Durante la caminata pudieron observar esculturas que evocan a personajes como Vicente Rocafuerte, segundo presidente del país, o al futbolista Alberto Spencer; y figuras de personas tradicionales como los vendedores de cangrejos, voceadores de periódicos o lustrabotas.

“Este personaje es el que me levantaba todos los días a las cinco de la mañana”, dijo Rita Villavicencio, una mujer de 60 años, refiriéndose a la escultura del voceador de periódico, junto a la cual se tomaba una selfie en compañía de amigas.

En cambio, Liliana Becerra, de 10 años, junto a su padre Camilo, saboreó una serie de dulces, golosinas y helados que expendieron emprendedores y artesanos, que fueron invitados a formar parte del evento.

“Nosotros estábamos paseando en el Malecón, pero escuché que otras personas hablaban de este festival y me cruce la calle para ver de qué se trataba. Tomé una buena decisión”, dijo Camilo, mientras caminaba agarrado de la mano de su hija.

El festival continuará hoy desde las 10:00 hasta las 20:30. Según los organizadores, esta actividad cuenta con más participantes este año, quienes desean satisfacer las necesidades de un público que busca diferentes formas de entretenerse y de compartir en familia o entre amigos.