Entrada. En el ingreso a una de las calles, los visitantes lograban un recuerdo con una imagen en la pantalla de un gran televisor.

El arte se apodera de Loja

Turistas nacionales y extranjeros arribaron a la ciudad para el Festival de Artes Vivas. Comerciantes resaltan el evento como una oportunidad de venta tras las pérdidas en el paro nacional.

Una fiesta que inunda la ciudad. La inauguración del Festival Internacional de Artes Vivas de Loja (Fiavl) no se le limitó al acto de apertura en el teatro Benjamín Carrión. Ayer de mañana, a las obras en los teatros, se sumaron cientos de eventos en las principales calles de la también conocida como Inmaculada Concepción.

La calle Bolívar, en el centro de la capital lojana, se cerró el paso vehicular, y sobre la calzada niños y adolescentes dibujaban sus caricaturas y personajes favoritos con tizas de colores.

La música en vivo y las estatuas humanas tampoco faltaron. Curiosamente, no todos los artistas eran parte de la programación implementada por el Cabildo, o el Ministerio de Cultura y Patrimonio (MCP), principal organizador del encuentro.

Muchos llegaron atraídos por los numerosos turistas y por las actividades anunciadas durante los diez días que durará el festival.

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“Loja es el sitio en el que hay que estar en noviembre”, dijo emocionado Ángel Zamora, un artista callejero orense que llegó hasta la ciudad para dibujar retratos de los transeúntes.

“La fiesta se enciende y no para hasta que se acaba. Viene gente de todo el mundo. Para artistas como nosotros, es un excelente sitio para darse a conocer”, comentó.

Con él concordó Daniela Gutiérrez, una artesana colombiana que llegó hasta Loja para ofertar sus artesanías. “Yo vivo en Quito, pero vinimos con un grupo de compañeros para participar en el festival. Es algo maravilloso que tiene que mantenerse”, mencionó la extranjera.

Visitantes de varias ciudades del país y residentes de la urbe aprovecharon la mañana para tomarse fotos con los distintos stands colocados en plazas y parques, así como para probar la gastronomía local.

Uno de los puntos obligatorios de parada fue el mercado central, donde las dulcerías recibieron a los visitantes con los tradicionales bocadillos y roscones.

“Después de las pérdidas que nos ocasionó el paro, el festival nos ha caído del cielo. Hasta ahora han venido personas de Cuenca, Quito y otras ciudades. Esperamos que las visitas vayan en aumento la próxima semana”, comentó Carmela Tumpanta, comerciante del lugar.

Los elencos internacionales de las once agrupaciones invitadas también aprovecharon el día para recorrer la ciudad y, de paso, ofrecer un vistazo de sus obras. La agrupación surcoreana Fly Up, por ejemplo, dio un espectáculo de break dance en el parque central, ante aplausos y vitoreos de quienes intentaban además seguir sus pasos.

Las puestas en escena empezaron a partir de las cuatro de la tarde en los tres teatros principales de Loja: el Benjamín Carrión, el teatro Bolívar y la Casa Teatrina.

Ahí, además de las agrupaciones extranjeras, también se presentarán dieciséis grupos nacionales.

Según el ministro de Cultura y Patrimonio, Juan Fernando Velasco, la variedad de piezas ha contribuido a la “identidad propositiva” de este encuentro. “Tenemos una agenda variada, con danza, teatro, propuestas impresionantes para todo tipo de público”.

Con él concordó Patricio Vallejo, director artístico del festival, quien señaló que esta edición, la cuarta, puede ser considerada la más ambiciosa en cuanto a propuestas y ha logrado vender casi la totalidad de sus funciones.

“Estamos muy contentos con la respuesta que hemos tenido”, estableció.

Hoy, además de las obras y espectáculos planificados dentro de la agenda, también se llevará a cabo un desfile por las calles del centro de la urbe.