En Budapest. A fines de 2009 Wiesel dio una conferencia en esa ciudad. Desde 1955 se radicó en Nueva York.

Se apago la memoria viviente del Holocausto

Elie Wiesel, superviviente del Holocausto, renombrado escritor, premio nobel de la paz y permanente activista por la memoria histórica murió este sábado a los 87 años, anunció el centro israelí Yad Vashem.

Elie Wiesel, superviviente del Holocausto, renombrado escritor, premio nobel de la paz y permanente activista por la memoria histórica murió este sábado a los 87 años, anunció el centro israelí Yad Vashem.

El New York Times precisó que murió en su domicilio en Manhattan.

“El Estado de Israel y el pueblo judío están de luto por la muerte de Elie Wiesel”, dijo el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en un comunicado.

“Elie no era únicamente el más célebre sobreviviente de la Shoa. Él era la memoria viviente”, dijo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

El presidente de Israel, Reuven Rivlin, lo calificó como “un héroe para el pueblo judío y un gigante para toda la humanidad”.

Nacido el 30 de septiembre de 1828 en Sighetu, actual Rumanía, entonces Transilvania, fue deportado a Auschwitz-Birkenau, en Polonia a los 15 años.

Allí perdió a su madre y a su hermana, mientras que su padre murió ante sus ojos en el campo de Buchenwald, donde habían sido transferidos.

Tras salir del campo de concentración, en 1945 fue acogido en Francia por una organización de beneficencia y pudo reunirse con sus dos hermanas que seguían vivas.

Tras cursar estudios de filosofía en la Universidad de la Sorbona, se abocó a las letras, convirtiéndose en periodista y en un reputado escritor.

Su obra más conocida son sus memorias ‘La Noche’, en la que narra su experiencia en los campos de concentración.

El libro, escrito originalmente en yidish, tenía como título en las primeras ediciones “Y el mundo callaba”, el eterno fantasma que persiguió a Wiesel.

En 1986 ganó el premio Nobel de la paz por haber dedicado su vida a ser testigo del genocidio cometido por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Durante toda su vida trabajó por cumplir la promesa que se hizo al terminar la guerra de ayudar a los perseguidos en cualquier lugar del mundo. Este compromiso lo hizo ponerse al servicio de causas diversas desde el genocidio armenio a los crímenes de Darfur.

Wiesel creó junto a su mujer la fundación que lleva su nombre y la Academia Universal de las Culturas.