AP: escision o arribismo

Alianza PAIS, a finales del año pasado y una vez que el Ec. Rafael Correa ratificara su voluntad de no presentarse como candidato a un próximo período presidencial, al que podía aspirar conforme a la Constitución vigente, decidió tras un proceso de consulta interna postular como candidato para la presidencia a Lenín Moreno. Él fue vicepresidente de Correa en su primer período completo, ya que el anterior, que empezó el año 2006, se interrumpió con la instalación de la Asamblea Constituyente que dictó la Constitución vigente, cuya reforma propone ahora Lenín Moreno, presidente en funciones desde finales del mes de mayo, a través de un cuestionario de siete preguntas a ser absuelto en consulta popular, procedimiento que aún no ha sido calificado por la Corte Constitucional, ni debiera serlo por contravenir la prohibición o limitación esencial contenida en el art. 442, que expresamente comienza señalando: “La reforma parcial que no contenga una restricción en los derechos y garantías constitucionales ni modifique el procedimiento de reforma de la Constitución, etc.”.

Y es indudable que el primero y fundamental derecho democrático implícito de los ecuatorianos es el derecho a ser gobernados por la persona que estimen la más capacitada y adecuada para ejercer la primera magistratura del país, y ese primer postulante y luego líder del naciente partido Alianza PAIS fue el economista Rafael Correa Delgado, hasta ahora insustituible, como lo han sido y lo son otros líderes progresistas de América Latina: Lula da Silva en Brasil y Evo Morales en Bolivia.

De allí que resulta en cierto modo insólito y aun absurdo que una de las preguntas de la reforma constitucional se dirija a suprimir la reelección indefinida para el caso de la primera magistratura, con dedicatoria indudable contra el Ec. Rafael Correa, justamente de quien estaremos necesitados más que nunca, para que continúe dirigiendo el país, tan venido a menos en este gobierno si Alianza PAIS no naufraga en la marea de la mediocridad y el arribismo que empieza a asolar al partido gobernante, y al Ecuador en consecuencia.

Pero la consulta puede dar sorpresas. Los caminos de la Providencia y de la historia a veces se juntan.