La historia ha demostrado que a los violentos primero se los enfrenta con la fuerza de las armas y después se negocia. Así lo hicieron Europa contra la Alemania nazi , Pinochet contra la izquierda y el propio Ecuador cuando rechazo a Perú en el Cenepa. Hoy el delincuente o guerrillero ataca, se lo persigue, se lo procesa y sale libre después de haber causado a las víctimas terribles e irreparables sufrimientos, cuando en la escena del crimen se lo hubiera ejecutado.

El líder izquierdista y combativo Vargas acaba de proponer a su pueblo la formación de un ejército indígena, el cual servirá sin duda para atacar a nuestros héroes policiales y militares.

Acordémonos de León Febres-Cordero cuando Alfaro Vive surgió. Los descabezó de inmediato. Si esto no se hace veremos al pueblo y a periodistas como los de El Comercio y Teleamazonas ser parte de una crónica sangrienta como ya la vivimos. Observo un periodismo ambiguo y como en los días de las protestas, sin saber qué hacer.

Ronald Orellana