José Angulo aún no tiene definido su futuro. No existe, todavía, una sanción internacional por el doping positivo y tampoco puede jugar fútbol.

Por ahora, la única certeza es que su abogado, Juan de Dios Crespo, inició un juicio por despido en contra del club Granada de España.

Ese equipo fichó a José Angulo en julio pero rescindió su contrato de inmediato, al ser notificado por la Conmebol que el delantero dio positivo a una prueba antidoping. Las muestras se recogieron durante la final de la Copa Libertadores.

“Estamos en un juicio por despido. Creemos que todavía el jugador no tiene una base para ser despedido, ya que no hay una sanción a escala mundial”, dijo el abogado desde España, a Radio Redonda.

Apenas el Granada recibió la carta de la Conmebol pidió al ecuatoriano que deje de asistir a los entrenamientos. Después le dijeron que estaba fuera del equipo y él retornó al Ecuador.

Si bien Independiente del Valle anunció que no lo dejará solo, legalmente no puede permitirle que se entrene en Sangolquí, ni darle un aporte económico porque aún es jugador del Granada.

Su padre, Tilo, se encarga de recibir todas las llamadas e informa que su hijo no está ni en Quito, ni en San Lorenzo. Pidió que por ahora lo dejen tranquilo. Volverá a conversar cuando exista una sanción formal.

El primer objetivo de sus defensores es que reciba la menor sanción posible. Para eso, José Angulo viajará a Francia la próxima semana para realizarse un nuevo examen, que determine si es adicto o fue una situación circunstancial, antes de la final.