
Angelina Jolie: “Nunca estuvo entre mis planes dirigir peliculas”
La gente afuera de Glen Gould Studio en Toronto atrae todavía más personas, con solo saber que es el lugar exacto al que está por llegar Angelina Jolie para hablar sobre su carrera profesional y la famosa transformación de actriz a directora (sin tocar
La gente afuera de Glen Gould Studio en Toronto atrae todavía más personas, con solo saber que es el lugar exacto al que está por llegar Angelina Jolie para hablar sobre su carrera profesional y la famosa transformación de actriz a directora (sin tocar el tema del divorcio con Brad Pitt, como única condición). Y sin preocuparse por llegar tarde, ella procede a saludar a la mayor cantidad posible de fans, tomándose el tiempo para incluso sacarse algunos selfis con aquellos que se lo piden. Los admiradores siempre están primero. Las entrevistas, después.
¿Te acuerdas de aquel día en que decidiste “Quiero ser actriz, tal cual como mi padre Jon Voight”?
Nací rodeada del cine en una ciudad donde el cine es tan importante. Al crecer recuerdo que mi madre me dijo que ella había querido ser actriz y también mi abuela. Y la vi tan emocionada, tan feliz cuando se enteró de que yo iba a ser actriz... A mí me encanta autoanalizarme, saber quién soy, lo que siento y también amo contar historias.
¿El Óscar que ganaste con ‘Girl Interrupted’ cambió en algo tu vida?
Cuando filmé ‘Girl Interrupted’ fue algo muy extraño. Estaba feliz de poder trabajar y de que la gente me dijera que era buena. Pero al mismo tiempo yo quería ser como el resto de la gente... es muy extraño lo que se siente. Estaba en México cuando alguien comentó: “Ah, dicen que podrías llegar a ganar el Óscar”. Me pareció genial hasta que agregaron: “Pero la única razón por la que no lo ganarás es porque la gente cree que no estás loca de verdad”.
¿Fue un elogio o un insulto?
Lo recibí como si hubiera sido un golpe en el mentón (risas).
Con seis hijos escuchándola a un costado, se entiende que Angelina Jolie no quiera ni tocar el tema sobre el divorcio con Brad Pitt. Hija del actor y ganador de un Óscar Jon Voight, después de algunos romances, a los 21 años se casó con el actor británico Johnny Lee Miller, luego con Billy Bob Thornton... En el caso de Brad Pitt, el romance surgió mientras filmaban ‘Mr & Mrs Smith’. En 2006 tuvo su primer hijo con él y juntos llegaron a tener tres hijos biológicos, además de otros tres adoptados. Se casaron en agosto de 2014 y se separaron en 2016. Angelina quedó a cargo de Maddox, Zahara, Shiloh John, Vivienne, Pax y Knox.
¿Alguna vez tus hijos te ayudaron con algunos de tus personajes en el cine?
Con ‘Maléfica’. El acento y todo sobre ella lo descubrí cuando bañaba a mis hijos. Ellos eran mi público. Creo que probé 17 estilos diferentes con ellos... Un día me hice la mala y se empezaron a reír. Lo volví a hacer toda la noche, hasta que la encontré...
Mientras prepara la vuelta de una segunda película de ‘Maléfica’, Angelina Jolie disfruta de su rol como directora de cine, después de haber filmado una conmovedora historia en Cambodia, país donde nació su hijo mayor Maddox. Y con el título ‘First They Killed My Father’ ella también escribió el guion con Loung Ung y sus propias memorias alrededor de los horrores que sufrieron durante el gobierno del partido comunista Khmer Rouge que había derrocado la dictadura en 1975 (después de la perdida guerra de EE. UU. en Vietnam), cuando se instauró el poco conocido genocidio en Cambodia, que hoy se conoce gracias a Angelina Jolie y el cine.
¿Cómo fue que decidiste cruzar la frontera de las cámaras para dirigir cine?
Soy una actriz que siempre estuvo atenta para contribuir de la mejor forma con el cine. Tenemos esa responsabilidad, no importa qué tan chico o grande sea el rol, es una forma de alimentar lo que necesitan los actores... No pensé que podía hacer una película como directora ni creí que podía llegar a escribir un guion. Nunca fue mi plan.
¿Qué cambió tu plan?
Fue un accidente. Yo quería aprender sobre la guerra de Yugoslavia. Y por unos días, estando enferma, me había alejado de mis hijos y pensé que podía intentar escribir un guion. Y empecé a escribir sobre dos personas que se amaban profundamente para terminar con uno de ellos matando al otro... Y así mi primera película como directora empezó a crecer hasta que alguien vio el guion y dijo que no le parecía malo y me di cuenta de que podía filmarla. Fue ‘In the Land of Blood and Honey’.
¿Hoy estás más cómoda atrás de las cámaras que adelante?
Sí, porque me encanta ver a la gente actuar, me gusta la emoción, amo las historias. Disfruto de una relación totalmente diferente con el cine detrás de cámaras. Quiero encontrar al campeón en otras personas. Eso es lo bueno de ser director, encontrar la grandeza de las personas, destacarla y empujarlas.
Y ahora que estrenaste como directora un drama como el genocidio de Cambodia, ¿qué resultados esperas?
Cuando la proyectamos por primera vez fue algo increíble. Estábamos nerviosos, sabiendo que la iban a ver verdaderos sobrevivientes, gente que puede llegar al gobierno, gente de la familia real. Y no sabíamos cómo podían reaccionar. También quisimos debatir y discutir el tema, pero la experiencia fue muy emocionante y la estrenamos en todo el país, en lugares como el estadio Olímpico donde hubo tanto horror. El país se merecía una película que abriera el diálogo, con abuelos que hoy les cuenten la historia a sus nietos...
¿Tu hijo Maddox que nació en Cambodia tuvo algo que ver con la idea de dirigir esta película?
También la hice por Maddox. Realmente quise que él trabajara, la viera y viviera. Él vuelve seguido a Cambodia, pero esto es diferente, podía meterse en lo que fueron realmente sus padres biológicos sabiendo lo que pudieron haber vivido, aprendiendo también sobre él como un ciudadano de Cambodia...
¿Sientes la necesidad de dar el buen ejemplo con tus hijos y tantos jóvenes que te admiran más allá del cine?
Tengo mucho que aprender... En cierta forma soy un buen ejemplo, al menos trato de serlo con mis hijos. Me hubiera gustado tener una guía cuando yo era más joven, y hoy soy feliz de poder serlo con otras personas, comunicarme con jóvenes del mundo y ayudar en lo que pueda.