Amanecera y veremos

No me gusta anunciar incertidumbre como diagnóstico. Preferiría anunciar las causas de dicha incertidumbre. La desconfianza en la pureza de los procedimientos, por ejemplo. Pero eso ya lo he venido manifestando hace años. Y también la ausencia de un estado de derecho confiable. Aquí la ley es la voluntad del dictador. Desde la revolución francesa sabemos que sin respeto a la división de poderes no hay democracia, Y recordando revoluciones, también sabemos los motivos que le dieron sentido a la revolución mexicana cuya constitución está cumpliendo cien años de existencia. Sufragio efectivo -no reelección, valga recordarlo, fue la consigna que inspiró a sus conductores de Madero a Villa, pasando por Zapata y tantos otros que ahora son parte de la leyenda de un proceso. Lo que viene desde abajo permanece y refrenda que el pueblo es el soberano. Por supuesto, y lo señalaba Sarmiento: Si el pueblo es el soberano hay que educar al soberano. Por eso cuando conozco de conflictos en terceros países, siempre averiguo de qué lado están sus estudiantes y de ese lado me pongo, tal cual en el escándaloso acontecer venezolano. Es la juventud la que debe construir su futuro y las generaciones previas, como la mía, debemos limitarnos al apoyo de dicha construcción, aunque no siempre coincidamos con los propósitos que la inspiran.

Por ello, mientras la confusión se incrementa y las paradojas hacen que se intenten acciones legales mientras se califica de dictatorial al régimen y se conoce de la obsecuencia de quienes lo sirven, no queda sino esperar conocer la reacción popular al resultado de las impugnaciones planteadas a riesgo de que todo devenga en una grave complicación, que acentué la ya indeseable polarización hoy existente.

Prudente debe de ser entonces, la respuesta del CNE.

Un sector del pueblo que siente que le están tomando el pelo y escamoteando una victoria, contra otro que siente que ya la alcanzó, configuran un escenario indeseable que dejaría endeble, de inicio, al nuevo gobierno, lo cual en la crisis que se vive se convertiría en detonante de mayores complicaciones.