Precaución. Los transeúntes pasan con temor por las veredas donde permanecen los sumideros sin tapas.

El alto robo de tapas llena de riesgos las veredas de Sauces

Sector. Sauces no es una de las zonas donde ocurra este tipo de vandalismo, sin embargo un grupo de tapas metálicas fueron robadas de dos veredas.

Hace un mes, cuando Julia Ullauri salía de la oficina para realizar algún trámite por el sector o simplemente a estirar las piernas en sus tiempos libres, caminaba sin ningún temor por las veredas que bordean el edificio donde trabaja. Ahora la situación es diferente. Para ir a la tienda más cercana, por ejemplo, esta secretaria de una ferretería del sector debe estar atenta con la vista en el piso. Caminar con cuidado y esquivar los agujeros que permanecen descubiertos.

Como Julia, todos quienes transitan por las veredas de la avenida Antonio Parra Velasco, de Sauces 3, cerca de la institución educativa Academia Naval, lo hacen con mucho cuidado, especialmente en las noches, cuando la falta de luz natural hace pasar inadvertidos a los huecos. “Ayer, un joven que iba chateando casi se cae en uno de esos. A segundos de hacerlo se da cuenta y pegó un tremendo salto”, narra Arturo Potes, quien tiene un local comercial cerca de los sumideros abiertos.

En dos cuadras, los antisociales se han sustraído ocho cubiertas en los últimos 20 días. Cuadras más adelante y más atrás, partiendo desde la institución educativa, se observan otros medidores de agua y sumideros también sin tapas. En la misma calle, pero del otro extremo, a lo largo de cuatro cuadras, hay seis de esos huecos. Y siguiendo la vía que se convierte en la José María Egas, en un tramo también de cuatro cuadras, hay siete más. Existen cubiertas que han sido manipuladas y huecos que han sido sellados con madera, seguramente para evitar accidentes, como uno del pasado domingo.

“El día de las elecciones, un niño, quien acompañó a su padre a votar en la Academia Naval, se cayó en uno de esos huecos, se raspó las piernas y le salió mucha sangre. El papá corrió desesperado a sacarlo”, recuerda Verónica Astudillo, moradora del sector.

Justamente eso es lo que más preocupa a los vecinos, comerciantes, transeúntes del sector y padres de familia de los estudiantes de la Academia Naval.

“En poco iniciarán las clases y los niños que van y vienen por estas veredas pueden caerse”, comentan. Los agujeros, que a más de basura y agua estancada, guardan cables eléctricos, representan un riesgo para los transeúntes. Las tapas de caja domiciliaria, rejillas, tapas de cámara y de sumideros buzón sustraídas pertenecen, unas, a la concesionaria Interagua, y, otras, a la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT).

En los registros de ambas compañías no se evidencia a la ciudadela Sauces como uno de los sectores que padece de este tipo de vandalismo y delito.

Interagua recibe un promedio de seis de estas denuncias por semana desde todo Guayaquil. Por su parte, CNT recibe, solo del norte de la ciudad, unos 10 casos de robos de estas tapas metálicas al mes. Para mitigar los delitos, la telefónica cuenta desde 2015 con un Centro de Gestión de Seguridad que incluye patrullajes y vigilancias por cámaras.

En enero pasado, este Diario señaló que hasta cincuenta de estas tapas son reportadas como robadas cada semana en Guayaquil. Doscientas al mes. Y ahora se suman sectores como Sauces.

Lo que implica la reposición

Para reemplazar una de estas tapas las compañías de servicio primero realizan la inspección para reponer el daño que será en un máximo de cinco días. Interagua, por ejemplo, gasta por la instalación de rejillas, incluido el suministro, $ 133,73, por la reposición de una tapa de cámara $ 555,56 y por una caja domiciliaria $ 274,07.

Con el Centro de Gestión de Seguridad, desde donde se monitorean unas 900 cámaras de vigilancia, CNT asegura que ha reducido el 50 % de prejuicios.