Los toreros lograron una histórica clasificación en Sao Paulo.

Almada: “Barcelona apuesta en grande”

El miércoles pasado, tras un 4-5 en la tanda de penales, se concretó la gesta en Brasil en una edición de Copa Libertadores, en la que siempre fue el menos opcionado a ganar o clasificar.

“A veces no hay próxima vez, a veces no hay segundas oportunidades. A veces es ahora o nunca”. Esas palabras de Carlos Alejandro Alfaro Moreno (vicepresidente deportivo del club) no se quedaron en un simple tuit. Esa oportunidad de cambiar la historia llegó y Barcelona la aprovechó. El miércoles pasado, tras un 4-5 en la tanda de penales, se concretó la gesta en Brasil en una edición de Copa Libertadores, en la que siempre fue el menos opcionado a ganar o clasificar. Aun así, en todas esas ocasiones pateó el tablero de probabilidades.

Primero en una fase de grupo (Botafogo, Atlético Nacional -vigente rey del certamen- y Estudiantes de La Plata), con dos campeones de Copa, en donde el pronóstico no era favorable. Posteriormente asomó Palmeiras, el cuco al que se le terminó el favoritismo.

Una de las personas que más orgullo sienten de volver a ver esa casta copera en Barcelona es Carlos Luis Morales, precisamente el primer portero ‘atajapenales’ de Libertadores del club. Sus manos llevaron al Ídolo a su primera final, luego de eliminar en la tanda de penales a River Plate en el Monumental de Guayaquil.

“Este Barcelona es más rápido y más contundente. Quizás los otros (de 1990 y 1998) eran más técnicos. Ser fuerte y rápido al mismo tiempo es difícil y este equipo de Almada lo logró. Es sólido atrás, en el medio se controla la pelota cuando debe tenerla y en el contragolpe sale con cuatro galgos (Ayoví, Caicedo, Álvez y Castillo), quienes dan una mano a la hora de marcar en la mitad de la cancha”, comentó a EXPRESO.

También recordó que en la definición del 90, el exentrenador torero Miguel Ángel Brindisi le dijo que “por esa hinchada que vino, iba a ser el héroe de la noche”, similar a lo de Guillermo Almada, quien motivó a Banguera al decretar que “iba a atajar dos penales”. Y lo hizo.

Para Morales, la camiseta de Barcelona “contagia” jerarquía y vio en Xavier Arreaga cosas de sus inicios en el club. “Jugué Libertadores en el Maracaná con 19 años. El rival: Bangú. Holger (Quiñónez) tenía 20, (Jimmy) Montanero 20 (...) Vasconcelos 37 y Madruñero 38. Esa mezcla de juventud y experiencia es clave”, dice.

Hoy en Barcelona aumenta el sentido de pertenencia. Su escudo vuelve a la palestra de Sudamérica, a donde pertenece aunque por mucho tiempo se ausentó. La última vez que estuvo en cuartos de final (1998) llegó a la última instancia. Para los guerreros de Almada, llegar a la final dejó de ser una utopía.

Banguera: “Me has salvado tantas veces”

Máximo Banguera continúa escribiendo páginas gloriosas del club. El decisivo protagonismo del portero guayaquileño en esta definición por penaltis es un episodio más defendiendo los tres postes amarillos.

Banguera no es solo el arquero de las estrellas 14 y 15, pues a él también le tocó sufrir días lúgubres, como la temporada 2009, en la que debutó y evitó que Barcelona llegara a la Serie B por primera vez en su historia.

La final perdida contra Emelec, la jugada en la Copa 2015 que se viralizó (ante Atlético Nacional), un referente de la institución que ha vivido lo dulce y amargo de esta profesión.

Luego de los penales retribuyó esa victoria a dos personas: su madre (Gladys Valdiviezo, a quien lleva ‘tatuada’ en sus guantes) y su ‘hermano’ Damián Díaz, quien hoy atraviesa su momento más bajo en el club.

“Tú me has salvado tantas veces. Es para ti, mi hermano. Eres mi hermano, mi hermano”, gritó a los cielos Banguera mientras abrazaba al ‘10’ amarillo.

Díaz fue un jugador determinante en la consecución de las últimas dos estrellas. Banguera lo sabe y su gesto de compañerismo fue tan grande como un título.

Los amarillos, destinados a encontrarse con brasileños

Luego de eliminar a uno de los más poderosos de la Copa Libertadores, Palmeiras, el club de Guillermo Almada parece que jugará su Brasileirao en Copa, ya que en cuartos de final medirá a Santos o Atlético Paranaense (hasta el cierre de esta edición). Y de superar esta fase, se podría encontrar con Botafogo o Gremio.

Es la primera vez que el club torero se encuentra con más de un brasileño en una fase de eliminación y en esta podría medir hasta cuatro.

Ya jugó contra Botafogo, con el que empató en casa y al que venció en Brasil. De hecho, con el Fogao podría reencontrarse más adelante (semifinal, en caso de acceder). Luego llegó Palmeiras, al que el miércoles dejó en el camino.

Los duelos de cuartos de final se disputarán en septiembre. La ida, que será en el estadio Monumental, se jugaría entre el martes 12, miércoles 13 y jueves 14 de septiembre (horario por confirmarse); mientras que la vuelta, en Brasil, será la semana siguiente, desde el 19 hasta el 21.

Con esto Barcelona empieza a espantar los fantasmas del pasado que llevan la camiseta carioca. Fue víctima de Sao Paulo en 1995, de Santos en el 2004 y de Vasco da Gama en la temporada de 1998. En esta serie de Libertadores ya empieza a tomar su revancha y por ahora huele a caramelo más que nunca.