Actualidad

Es un alma vieja

¿Es un alma vieja?

Si algunas de sus costumbres no encajan en el contexto habitual de lo que atrae a otras personas, si le es difícil hacer amigos; tiende a ser solitario; busca espiritualidad, es compasivo, sensible y le parece normal hablar de la iluminación, podría pensar que es un alma vieja. Aquella comprende las leyes espirituales y siente que su hogar no es la Tierra. Aunque no esté seguro de eso, tiene relación íntima con Dios, que lo lleva en la dirección correcta.

Para Annice Booth, autora del libro ‘El camino a la inmortalidad’, estas almas viven un estilo de vida diferente, trabajan para liberarse del karma, buscan trascender el ego, el amor es su arma. La vida social no es su fuerte. Van por su camino, no tienen muchas relaciones, incluso su sentido de conexión con parientes de sangre no es fuerte. Cuando el alma vieja busca compañía, a menudo lo hace en grupos metafísicos, yoga, taichí, astrología, sanación, estudios psíquicos. Buscan a sus similares y suelen formar redes de personas con intereses afines. Según los entendidos, el alma vieja está pagando sus últimos karmas y no quiere hacer más, por eso se asocia con gente de parecida vibración e intereses. Para la teoría de la reencarnación, el cuerpo físico es recipiente del alma, y su nombre solo para esta vida. Antes tuvo otros nombres y vivió otras vidas, como hombre o mujer. Esa teoría dice: “La reencarnación es la razón de la existencia. Su fin es la evolución del alma que vuelve a perfeccionarse miles de veces a la Tierra. Cada ciclo es una experiencia nueva, una oportunidad para aprender”.

Es difícil imaginar que el alma de un niño pueda ser mayor que la de sus padres. Sin embargo, observe las capacidades del niño, dones de sanación, arte, música, incluso algún desarrollo psíquico. No es que usted no tenga esas habilidades, es que su alma trata de recordar lo que tuvo en una vida anterior. Según Booth, estas almas usarán su dinero para facilitar su progreso a través de retiros y estudios espirituales, o ayuda a los menos afortunados.