Actualidad

Mas alla de las ideologias

Lo ocurrido en Ecuador y otros países de América Latina nos obliga a preguntarnos si la política se reduce a un enfrentamiento entre ideologías. Casos como el nuestro, el de Chile y el de Bolivia nos abren otros horizontes de análisis. En Ecuador las dos semanas de agitación estuvieron lejos de significar una respuesta de los “explotados” contra el “explotador” o una arremetida del “proletariado” contra la “burguesía”.

Chile vive un caos en el que influyen una serie de motivaciones que, imbricadas por una imparable violencia, enfrenta una posición oficial prevalida de eficiencia para mantener un modelo exitoso de crecimiento, y una social, descontenta al sentir que los resultados de esa conducción no se han reflejado en el mejoramiento de las condiciones de los sectores medios y bajos, sino en una exagerada concentración del capital.

El caso de Bolivia tiene sus particularidades. Ahí, como en los países en que el Estado se asumió sujeto predominante de la economía, la administración de los recursos ha canalizado el excedente hacia el sector público y ello, gracias a la producción del gas y su exportación hacia mercados seguros, ha permitido importantes programas de política social. Sin embargo, esta halagüeña situación chocó con una clara manipulación de la institucionalidad que se tradujo en una tremenda y escandalosa trama electoral que le dio el triunfo a Evo Morales. En este caso la fractura se da, de manera muy clara, entre una oficialidad desprestigiada y un amplio espectro de la población que la rechaza y se indigna porque no acepta ese grosero y truculento engaño.

Como vemos, con más o menos diferencias la cuestión se debe plantear más bien como una confrontación entre el poder y la sociedad, a partir de una fractura cada vez más abierta e inobjetable entre los dos. Un poder que ha roto con la sociedad y se ha convertido en un fenómeno circular, con sus propios intereses, y una sociedad abandonada a su suerte y sin más perspectivas que las que resulten de su capacidad de respuesta y de presión.