Frustración. Alfredo Arias se retira a camerinos, luego del empate cedido ante Guayaquil City. El fútbol de Emelec no seduce y los aficionados azules ven en el entrenador uruguayo al principal responsable de que esto suceda.

Alfredo Arias esta en un tunel sin salida

La paciencia del hincha emelecista se acabó. Los insultos en contra del director técnico Alfredo Arias reflejan su malestar por el fútbol improductivo que practica el vicecampeón ecuatoriano.

La paciencia del hincha emelecista se acabó. Los insultos en contra del director técnico Alfredo Arias reflejan su malestar por el fútbol improductivo que practica el vicecampeón ecuatoriano.

El empate (1-1) alcanzado anoche con el Guayaquil City, en el estadio Christian Benítez, pese a mantenerlo en la parte alta de la tabla de posiciones, dejó un sabor amargo entre los seguidores de un equipo que tradicionalmente se ha caracterizado por practicar un fútbol y bajo el mandato del uruguayo ha perdido su identidad.

La molestia se extendió a las redes sociales, donde el apellido del estratega se convirtió en tendencia, incluso antes de que suene el pitazo final.

El timonel ‘eléctrico’ equivocó el camino. En una cancha en mal estado intentó jugar a ras de piso y, como era lógico pensar, el alto índice de pases errados hizo fracasar su intención. A eso se suma la inestabilidad que transmite a su equipo, cambiando constantemente el once abridor y no permitiendo que la continuidad ayude a engranar mejor las piezas de un plantel que está en proceso de renovación.

Ayer dejó en la banca al argentino Fernando Luna, apostando por un Robert Burbano que lucía incómodo junto a Romario Caicedo. Dos jugadores con las mismas características, ocupando la misma parcela, terminaron restando.

Como ya es costumbre, no utilizó al peruano Christian Ramos ni al uruguayo Sebastián Píriz, refuerzos extranjeros que más allá de la mitad de la temporada no han logrado justificar dicha condición.

Como para complicar más el panorama, en los primeros minutos tuvo que prescindir del argentino Bruno Vides, quien salió lesionado y tuvo que ser reemplazado por su compatriota Fernando Luna. El Bombillo se dio el lujo de arrancar el compromiso sin tres de sus jugadores foráneos, demasiado handicap para un conjunto que no tiene margen al error, que está obligado a ganar la segunda etapa del torneo doméstico, porque en la Copa Libertadores de América su suerte está prácticamente echada.

El gol de Diego Dorregaray, debutando con la camiseta de Guayaquil City, desnudó otro de los limitantes que tienen los ‘millonarios’, lo expuesta que queda su línea defensiva cuando se lanzan al ataque, sin que los volantes tomen los relevos que le corresponden.

Luna, quien mostró cosas interesantes en sus anteriores presentaciones, esta vez no fue el aporte que se necesitaba.

Fue recién en el segundo tiempo, con el ingreso de Hólger Matamoros, que las cosas comenzaron a mejorar. La Polilla entendió que el asunto estaba en la ‘cancha de arriba’. Levantó el esférico y comenzó a hacer jugar a sus compañeros con pelotazos cruzados buscando atacar a espaldas de los defensas del City. Como premio alcanzó el tanto del empate.

Emelec rescató un punto, pero eso no conformó a sus seguidores, quienes al grito de “fuera Arias, fuera”, hicieron sentir un malestar que cada vez es más latente.

El entrenador los entendió y por eso nuevamente evadió las interrogantes, no asistiendo a la rueda de prensa.