Mecánica. Momentos en que ponen aceite con aditivo, para 10.000 kilómetros, en la lubricadora El Gato.

Alerta en Guayaquil por los lubricantes adulterados

La voz de advertencia la levantó el Ministerio de Industrias: hay manipulación en lubricantes automotrices. Aprovechando que el fin de semana, por lo general, es utilizado por los conductores para llevar sus carros a la lubricadora o mecánica, Diario E

La voz de advertencia la levantó el Ministerio de Industrias: hay manipulación en lubricantes automotrices. Aprovechando que el fin de semana, por lo general, es utilizado por los conductores para llevar sus carros a la lubricadora o mecánica, Diario EXPRESO efectuó un recorrido para medir cuánto se ha extendido la mala práctica en Guayaquil.

No es posible dar una cifra de cuántos clientes han pasado por una mala experiencia, pero en el primer local al que se llegó se encontró a Fernando Morante, quien pedía al mecánico el galón de aceite para él mismo abrirlo.

¿Por qué? Un amigo suyo tuvo que demandar a una lubricadora, luego de que el motor del carro se dañó por ponerle aceite de mala calidad.

Y es que la ley defiende al cliente. La Ley Orgánica de Defensa del Consumidor en el capítulo III, artículo 5, establece el derecho a un trato transparente de los proveedores de bienes y servicios, “especialmente en lo relacionado a las condiciones óptimas de calidad, cantidad, precio, peso y medida”.

En el mismo capítulo, el artículo 8 se refiere al derecho a “la reparación e indemnización por daños y perjuicios, por deficiencias y mala calidad de bienes y servicios”.

Incluso la persona que adultere la calidad o cantidad de los hidrocarburos o sus derivados, será sancionada con pena privativa de libertad de 1 a 3 años.

El consumidor además de revisar los sellos del envase debe solicitar la factura con el detalle del servicio solicitado. Este documento sirve para hacer una demanda. Humberto Prudente, mecánico, dijo que para evitar ser engañado compra solo a distribuidores autorizados.

William Hidalgo, lubricador, pese a comprar a distribuidores confiables y con factura, en el despacho le pasaron una caneca de aceite falso. Al momento de la entrevista estaba llamando al dueño del bus donde uno de sus trabajadores había puesto el producto manipulado.

Puesto que tiene la factura de la compra, reclamará para que le devuelvan el dinero o le den una caneca original.

Hidalgo destacó que esta mala práctica de terceros puede hacerle perder clientela. “A mí me gusta trabajar legalmente, por eso llamé al dueño del carro. El daño de un motor puede costar unos $ 5.000”, manifestó.

En el recorrido se encontró a más mecánicos, quienes han hecho lavados a motores a los que les habían puesto aceite de mala calidad. Ellos sugieren que hay que encender las alertas, para evitar el engaño. Y sobre todo no caer en la tentación de pagar menos por el cambio de un aceite, que por lo general cuesta entre $ 25 y 50 para vehículos livianos. No olvidar que lo ‘barato’ sale caro.