El último adiós. La mañana de hoy, 31 de marzo de 2023,  se realizaron las honras fúnebres de Wilson Yamba, joven hallado entre los escombros la tarde del jueves, mientras que la noche anterior se despidió a los cinco miembros de la familia Yánez Páez. Dentro del dolor y la tristeza infinita que sienten los familiares de los desaparecidos por el alud que sepultó hogares alauseños el domingo pasado, los habitantes del sector ‘sienten’ consuelo al poder despedir a sus seres queridos.

“La tristeza es infinita, era un joven con muchos sueños, lo que estamos viviendo los alauseños es muy fuerte. Han venido de todos lados para apoyarnos, tenemos gente cocinando, haciendo kits, trabajando con los niños en los albergues. En cada misa de despedida mi corazón se llena de tristeza”, describe entre la gratitud y la pena Luis Guevara, párroco de Alausí.

La esperanza de encontrar los cuerpos de los desaparecidos se incrementa con el ingreso de maquinaria pesada y canes amaestrados a la denominada zona cero, en Alausí. Orlando Vallejo, jefe del Cuerpo de Bomberos de Riobamba, relató cómo se están planificando las tareas día a día. “Iniciamos las tareas muy temprano. Primero se hace un barrido con drones que monitorean la situación de la cabeza (inicio) del deslave, donde tenemos otras grietas, así como ojos de agua. Con el análisis de la seguridad, ingresan los grupos. Cada uno tiene su frente de trabajo”, señala.

Ante la emergencia en este cantón de la provincia de Chimborazo, los organismos de socorro han implementado tecnología en la tarea de búsqueda. Ejemplo de ello, los drones que se han convertido en los ‘ojos’ que alertan y accionan las sirenas que indican en qué momento los rescatistas deben salir del sitio.

Y es que la tarea de búsqueda se ha limitado, en ocasiones, al clima. Cerca del mediodía de ayer, la lluvia se hizo presente y obligó a detener los trabajos de remoción de escombros.

La difícil tarea de los organismos de socorro

Vallejo, miembro del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, indicó que ha sido muy duro encontrar a familias enteras dentro de los escombros. “Es sobrecogedor ver (muertos) a varios miembros de una familia. Hay que considerar que era en la noche y el exceso de confianza, a pesar ya de un aviso de evacuación, los tomó de sorpresa mientras dormían”.

Además dice que una vez que la máquina ha removido 15 o 20 metros de tierra, ya se encuentran los restos de viviendas y que existe un arrastre.

Sobre la cifra de desaparecidos, detalló que son los habitantes quienes acuden ante la mesa de seguridad, ubicada en el Municipio de Alausí, para ingresar los nombres de los familiares con los que no han podido contactarse o que no aparecen.

Otros aún esperan el hallazgo de los suyos, aunque sea sin vida. Cristian Quito está a la espera de que aparezcan los cuerpo de sus primos Humberto y Armando Quito, agricultores que el día domingo fueron atrapados por el deslave mientras pernoctaban en su casa en el barrio Nuevo Alausí. “Ellos pasaban en el campo trabajando, pero como era domingo bajaron a Alausí, a la casita que tenían, para llevar provisiones para las labores de la siguiente semana. Ya no pudieron salir”, cuenta entre lágrimas.