Numerosos caminos vecinales de Guayas son solo vías de tierra y polvo, según lo muestra un recorrido efectuado por este Diario.

El agro clama por la red vial secundaria

Los caminos vecinales urgen reparación. La Prefectura del Guayas habla de limitaciones.

En el área rural de la provincia, mientras para unos la estación lluviosa es esperada como una bendición para sus cosechas, para otros su proximidad es temida por el riesgo de quedar aislados de las cabeceras cantonales por el mal estado de las vías.

La falta de mantenimiento de la red secundaria en algunos sectores de Guayas preocupa a sus pobladores, quienes prevén que con las lluvias el estado de los caminos empeore.

Así lo evidencia un recorrido que efectuaron equipos de esteDiario por diversas zonas de la provincia. El denominador común es el reclamo de los moradores de un urgente mantenimiento o reparación de sus caminos. (Ver los recuadros).

Aunque en algunas vías secundarias interviene el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), e incluso también algunos municipios, estas son responsabilidad de la Prefectura del Guayas.

Al respecto, el director de Obras Públicas de la entidad, Fernando Núñez, indica que durante las dos administraciones de Jimmy Jairala han asfaltado 400 kilómetros de vías, más los 600 kilómetros a cargo de las concesionarias. Y que han colaborado en la instalación de ductos para la circulación de las aguas lluvias.

“Muchas vías que eran secundarias ahora son de primer orden, con asfalto de dos hasta cuatro pulgadas”, resalta.

Pero también admite que son cerca de 5.300 kilómetros que se requieren asfaltar en la provincia. Calcula que para cumplir la meta necesitan al menos $ 1.500 millones.

Núñez recuerda que el presupuesto anual de la Prefectura del Guayas es de 200 millones de dólares, de los cuales un porcentaje va para la obra pública y el pago de créditos.

La entidad destina al momento cerca de 22 millones de dólares para la rehabilitación de 42,82 kilómetros de vías. Están en etapa de contratación de reparación otros 60,88 kilómetros, por un monto de 25,5 millones de dólares. Entre ellas cita la vía Macul-Cabuyal, en Palestina; y Puente Negro-El Vainillo, en El Triunfo.

Ante la falta de capacidad para financiar más asfaltado, la entidad apuesta por el doble riego, que consiste en ‘imprimación asfáltica’ (colocar una película de asfalto) sobre una base de piedra chispa.

Según Núñez, ese proceso garantiza un adecuado asentamiento de la vía, siempre que reciba mantenimiento.

Pero su criterio no lo comparten dirigentes del sector rural, quienes temen que el material desaparezca con las lluvias. “Basta caminar para observar cómo el material colocado se esparce. El agua lo desaparecerá en cuestión de días”, advierte David Bohórquez, dirigente del recinto Las Margaritas, en Samborondón.

Otra de las quejas comunes es el retiro de la maquinaria sin dejar totalmente rehabilitada la vía. Marcos Guerrero, dirigente del recinto La Delicia, que colinda con Salitre, asegura que el equipo caminero de la Prefectura abandonó el sector luego de retirar lo que quedaba de la carpeta asfáltica. Ahora, a su criterio, está peor y expuesta a dañarse con las lluvias.

La probabilidad de lluvia sube

Boris Malavé, técnico de la oficina local del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), recuerda que de mayo a noviembre la probabilidad de precipitaciones es de un 5 %, mientras que en diciembre se incrementa en un 60 %. Usualmente, el período con mayor índice de precipitación está entre enero y marzo.

Yaguachi, Milagro y Naranjito

Una zona productiva con caminos olvidados

La falta de mantenimiento de la vía que une el recinto El Deseo con la parroquia Cone, del cantón Yaguachi, no sorprende a los habitantes; al contrario, se acostumbraron a lidiar con los cráteres.

Danilo Morán, del recinto La Chiquita, recuerda que el asfalto se colocó en la primera administración del prefecto Jimmy Jairala.

Ese asfalto todavía no llega a Papayal, Manantial, Galápagos, La Paciencia, entre otras zonas del cantón Naranjito.

Gladys Barrera, dirigente del recinto Manantial, dice que los perjudicados son más de 60 familias, sin contar con quienes trabajan en la producción de caña de azúcar, cacao, plátano y otros productos que se estropean durante el traslado.

En Milagro, quienes se sienten abandonados son los habitantes del recinto Paraíso de Chobo (vía Milagro-Virgen de Fátima).

“Siempre miden, pero nunca han arreglado la vía”, afirma la moradora Matilde Vásquez.

La sensación de abandono ha llevado a los habitantes a paralizar el tránsito de la vía principal varias veces como medida de presión, pero sin resultados favorables.

Quienes sí lograron ser atendidos fueron los moradores de los recintos de la vía Milagro-Santa Rosa de Chobo. La obra la ejecuta el Cabildo. ML

Playas

El futuro puerto mejora solo las vías cercanas

Ángel Santana, de 60 años, ya perdió la cuenta de cuántos huecos ha tapado con tierra desde hace siete meses en la deteriorada vía Engabao-Playas. Por esa tarea recibe ‘propinas’ de los choferes.

La Prefectura afirma que esta es competencia del Ministerio de Transporte y Obras Públicas.

Igual situación padece la Playas-El Morro, desde al menos una década.

“Las promesas de arreglarlas van y vienen desde la Prefectura del Guayas hasta el Ministerio de Obras Públicas (MTOP)”, manifiesta el presidente de la comuna Engabao, Pedro Tomalá.

Son 10 kilómetros de Playas hasta Puerto Engabao. La vía tiene doble riego, pero presenta baches y polvo.

En la vía a El Morro, la contratista que construye la carretera hacia el puerto de aguas profundas, en Posorja, intervino 2 de los 7 kilómetros.

“El resto quedará en el olvido, que son los tramos que llegan a la población”, teme el presidente del GAD parroquial, Jaime Aragonés.

Además, muy cerca de la autopista a Santa Elena, los 18 kilómetros de la vía que une a la parroquia Progreso con la comuna Sabana Grande son un tortuoso camino de tierra y polvo. NM

El Triunfo, Samborondón, Durán y Bucay

Hay temor de que las lluvias empeoren la red

La ampliación de la vía que conecta Virgen de Fátima con El Triunfo es una de las obras destacadas de la Prefectura. Pero en esta zona está pendiente la ampliación a 4 carriles de la vía El Triunfo-Bucay, donde se han registrado accidentes de tránsito que han cobrado decenas de vidas.

Mientras la colocación de doble riego en 10 de los 20 kilómetros de la vía Gran Colombia-Zapán-Margarita genera en los campesinos malestar más que alegría. Temen que ese material desaparezca con las lluvias.

Igual criterio tienen quienes viven en la vía que conecta con el recinto La Delicia. Es difícil circular en el camino de 6 kilómetros.

La cercanía del invierno preocupa a los moradores del sector Yamilé, en el km 15,5 de la vía Durán-Tambo. Ellos temen que empeore el estado de los caminos y, además, que se inunden estos sectores, como ocurrió hace dos años, debido al taponamiento de los canales y a la falta de limpieza del estero Mojahuevo.

En estos días la maquinaria de la Prefectura del Guayas labora en la vía a Taura. Los habitantes esperan que las obras terminen antes de que llegue la estación lluviosa. MUC-JPZ

Daule y Salitre

Vías en mal estado y promesas incumplidas

n Han transcurrido dos años sin que la Prefectura del Guayas concluya la reconstrucción de la vía hacia la parroquia Laurel, desde el cantón Daule, que tiene una extensión de 10,5 kilómetros.

El presidente del gobierno parroquial, Augusto Morán, señala que desde 2009 insisten a la Prefectura la reconformación de la carretera que conduce a Daule y Santa Lucía.

“Nos dicen que la obra no se termina por la lluvia, demasiado sol o fiestas”, expresa con decepción.

En mal estado también está la carretera de 3,5 kilómetros que une a los recintos San Vicente, Judipa, María Victoria, Boca de las Piñas, entre otros.

El dirigente Iván Rivas recuerda que hace cinco años los visitó el prefecto Jimmy Jairala, quien se comprometió con el arreglo de la vía y la construcción de un puente que una Jigual con Los Quemados. Pero eso quedó en ofrecimiento.

Igual problemática viven los pobladores del sector rural del vecino cantón Salitre. Es el caso de la carretera que conduce a recintos como La Matilde, La Molasca, Rompeato, El Canango y La Estrella. “La red vial está mal desde hace años”, dice Carlos Morán, habitante de la Matilde. ERS