“¡Las quebradas en peligro y nadie hace nada!”, gritaban ayer unas 40 personas que se concentraron en los exteriores de la Corte Constitucional, en el norte de Quito. Se trata de los afectados de los taludes en la urbe que se unieron para levantar su voz.

Los perjudicados hicieron un plantón y exigieron acciones por las casas que se encuentran en peligro. Como no recibían atención, presentaron una acción extraordinaria de protección ante el organismo constitucional en contra del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito.

Estefanía Pabón, coordinadora del colectivo Luchando por las Quebradas, comentó que esperan que la próxima semana la Corte Constitucional dé su fallo a favor de la causa emprendida por moradores del sector de La Esperanza, también en el norte. “Es parte de la cuenca del río Monjas. Estamos aquí para apoyar y exigir acciones”, manifestó.

Nelson Guachamín, dirigente de ese barrio, explicó que dentro de esa zona está la casa que perteneció a Mariana Carcelén, la Marquesa de Solanda, y es patrimonial.

“El problema viene desde el 2011, hace como un año ya se fueron cuatro casas”, agregó. Según el vecino, tres personas fallecieron en ese percance. Pero, fue el dueño del inmueble patrimonial quien interpuso la demanda contra el Cabildo. “Hemos tenido mesas de trabajo y nada”, mencionó.

Entre otros afectados también estuvo Fabiola Romero, cuya casa ya tiene cuarteaduras provocadas por el talud del río Machángara localizado en la avenida Teniente Hugo Ortiz, en el sur de la capital. “Yo he implorado por soluciones y no hay respuesta”, comentó.

La perjudicada relató que hace dos años dos personas ya cayeron al precipicio. Uno de ellos murió y otro quedó malherido. “¿Están esperando que se muera más gente?”, cuestionó.

Dos casas aledañas a la suya ya quedaron inhabitables, según la dirigente. Su vivienda sería la próxima y no tiene otro lugar donde residir. Además, el parque que queda junto a su casa ya fue cerrado por el peligro de accidentes, pues el cerramiento ya se fue abajo.

Maritza Pinto representa a quienes están ubicados cerca de la quebrada de Caupicho, y dijo que el problema en esa zona del sur de la ciudad ya lleva 15 años. “Las afectaciones que tenemos ahora se esperaban en 70 años, pero ha habido una acelerada erosión”, indicó.

Ella reconoció que ya han existido intervenciones en la zona, pero que han sido demasiado lentas y que la “lluvia es su peor enemigo”. “Son aproximadamente 360 predios que estamos en peligro”, informó.

Silvana Lara, directora de Riesgos de la Secretaría de Seguridad, comentó que independientemente del pedido de la acción extraordinaria de protección ya se han establecido dos planes de acción: uno en la cuenca del río Monjas y otro en la quebrada de Caupicho.

“En la primera se identificaron 15 sectores críticos, entre ellos la zona cuyo dueño interpuso la demanda”, dijo.

Sin embargo, y a pesar de que ya existe un presupuesto de al menos 25 millones de dólares, los procesos no se realizarán enseguida, puesto que algunos están en etapa precontractual. “En Carretas (Carapungo), por ejemplo, empezaremos en agosto”, explicó la funcionaria.

En cuanto a la denuncia, relató que la entidad ya presentó, el viernes pasado, frente al juez su plan de acción, sin embargo también “se está planteando la posibilidad de presentar una ordenanza que permita gestionar de mejor manera el problema de las quebradas”.

Agregó que existen acciones en general para todas las quebradas y otras específicas para las que tienen mayor riesgo, pero los protestantes exigieron que se realicen embaulamientos en todas las hondonadas. Algo que podrían lograr luego del fallo de la Corte Constitucional.

El detalle

Afectación. Los sectores afectados son: Caupicho, Simón Bolívar, La Pampa, San Antonio de Pichincha, Guajaló, Ilaló, La esperanza, entre otras.

Quebradas

En Quito hay varias clases

Más de 200 quebradas existen en la capital. Son de varias clases y no todas representan un peligro para los ciudadanos.

Hay las quebradas de páramo, de ambiente seco, de bosque andino y húmedo. Un 50 % de plantas y animales nativos de la ciudad se había localizado en esos espacios del Distrito Metropolitano de Quito.