Elecciones. Alejandro Domínguez ocupaba el cargo interino en el organismo por Napout. Ayer en los sufragios fue respaldado.

El ultimo adios a los muertos en Venezuela

En diferentes cementerios de Manta y de la parroquia Ayacucho de Santa Ana, de Manabí, fueron sepultados ayer los cuerpos de tres migrantes ecuatorianos: Jandry Solórzano Morrillo (34), William López Anchundia (44) y de su hijo Giovanni López Castro (25).

Los compatriotas fueron asesinados el 16 de enero en Venezuela. Días después, otros dos manabitas perdieron su vida en manos de la delincuencia en ese país.

La repatriación de los cadáveres de los tres primeros asesinados tardó veinte días. Los cuerpos llegaron el viernes a la provincia de Manabí para que sus familiares pudieran darle cristiana sepultura.

Todavía no hay fecha para la llegada de los otros dos ecuatorianos que murieron hace diez días en Caracas, la capital venezolana, y cuyos familiares viajaron para hacer los trámites correspondientes.

Los restos de Solórzano Morrillo fueron velados hasta las 08:00 de ayer en el sitio La Laguna, de la parroquia La Pila del cantón Montecristi, para después ser trasladados hasta la parroquia Ayacucho, del cantón Santa Ana, de donde son oriundos sus padres.

Temilda Morrillo, madre de Jandry, recordó entre lágrimas que decidieron sepultarlo ese día porque el 8 de febrero era su cumpleaños número 35. Entre recuerdos y llanto, familiares y amigos le dieron su último adiós al compatriota.

En el puerto de Manta, los restos de William y Giovanni López fueron sacados en hombros a las 11:00 del barrio Santa Clara. Familiares y amigos se turnaron para cargar los féretros durante 15 cuadras. En la iglesia El Divino Niño se ofició la misa de cuerpo presente y el entierro fue en el cementerio de Marbella.

Ni la fuerte lluvia que caía en ambos cantones impidió que los deudos y amigos de los tres fallecidos acudieran a la ceremonia religiosa, donde los verían por última vez.

En ambos sepelios se apreció vehículos con disco-móviles, que a través de altoparlantes emitían la música preferida de los hoy fallecidos: pasillos ecuatorianos y rancheras.

“Qué pena es todo esto, salir de tu país para darle mejores días a tu familia y regresar con este dolor tan grande, asesinados porque a un desquiciado le dio la gana de matarlos. Esto no tiene nombre, en qué mundo vivimos”, indicó acongojado Manuel Anchundia, pariente de los López. HLV

El asesinato

Ocurrió en una terminal terrestre

El asesinato de los ecuatorianos Jandry Solórzano, William López y su hijo Giovanni ocurrió la madrugada del 16 de enero, en una de las terminales internacionales de buses, en Caracas (Venezuela).

Esperaban a un compatriota que llegaba de Ecuador cuando un sujeto les pidió prestado un encendedor. Como no tenían los insultó y hubo un altercado. Cuando pensaron que todo había pasado, el hombre retornó con un arma; mató a cuatro ecuatorianos e hirió a otros siete, de la misma familia.