Desaseo. El viernes pasado había basura en las esquinas. El recolector había pasado la noche anterior.

Una Acuarela que se desdibuja

En la urbanización hay esquinas y áreas baldías, donde hay desechos hasta en los días que no son de recolección. Allí también hay carros abandonados.

El ambiente es apacible en Acuarela del Río, tanto, que se diría que en este barrio residencial nada perturba a sus habitantes. Sin embargo, cuando alguien les pregunta qué les gustaría mejorar o cambiar allí, todos coinciden en una cosa: la mala disposición de la basura y la suciedad de las calles.

Tan pronto arribar a este sector el contraste salta a la vista. Modernas viviendas y un par de acogedores parques conviven con solares baldíos junto a los cuales casi siempre hay desperdicios.

“La gente no entiende, vive en un quemeimportismo”, lamentó el viernes pasado Cleopatra Muñoz, presidenta del Comité de Moradores, mientras señalaba la esquina de un callejón a la vuelta de su casa. En ese sitio había desperdicios, pese a que pocas horas antes (la noche anterior), había pasado el recolector.

En esta urbanización de 400 familias, la recolección por parte de la empresa Puerto Limpio es interdiaria (martes, jueves y sábados a las 20:00), pero las fundas de basura se disponen a diario en las calles, especialmente en las esquinas. “Eso hace que los chamberos y los gatos abran los paquetes y derramen los desperdicios”, indicó Muñoz.

Entre las esquinas afectadas están la de la calle Eduardo Puig Arosemana y 1 peatonal 4; la de la calle 16 A NE; y el cruce entre la peatonal S ME y la calle Gustavo Mateus Ayluardo.

Hay moradores como Aydé León, quienes admiten que no les gusta tener dos ni tres días la basura dentro de casa por causa de las cucarachas y ratones.

“Pero no por eso saco los desperdicios a la calle, nosotros la vamos a botar a la calle principal (av. Antonio Parra Velasco), donde los recolectores pasan todos los días”, aclaró León.

Pero la presencia de bolsas de basura todo el tiempo no es lo único que afecta a este colectivo.

Los desperdicios que quedan una vez que se hace la recolección nadie los barre. Los moradores aseguran que la empresa recolectora lo hace “muy rara vez”.

En este sitio, que limita con las urbanizaciones Brisas del Río y Comegua, hay aceras llenas de tierra también. Por eso es común observar a unos pocos residentes limpiando con mangueras y escobas fuera de sus casas.

Otras incomodidades que tienen los habitantes de Acuarela del Río, son la presencia de un par de talleres artesanales que emiten ruido y fuertes olores de pintura y otros químicos, además de carros abandonados. “En mi sector tengo los dos problemas”, sostuvo Mónica Carrasco, quien habita en la manzana 34.

En la manzana 37 también hay un sedán marca Chevrolet modelo antiguo, lleno de mucho polvo. De placas GDH-993, el carro tiene un año estacionado junto a un solar vacío. El auto y la rudimentaria pared afean el entorno. ¿Alguien conoce a los propietarios de estos vehículos? “Si lo supiéramos les pediríamos que los retiren”, respondió un vecino.

Mario León, quien habita en la manzana 13, dijo que aparte del problema de la basura, los asaltos también les afectan. “Hay gente de otros lados que llega en carros y motos y le arrancha el celular a quienes caminan desprevenidos por el barrio”, contó.

Rondas durante el día también

En la vecina ciudadela Comegua hay una Unidad de Policía Comunitaria que sirve también a Acuarela del Río y a Brisas del Río. La gente del sector admite que los policías de este retén hacen ronda en las noches y madrugadas, pero no en el día.

Pero en general Acuarela del Río es tranquila. La semana pasada el Comité de Moradores tuvo una asamblea y uno de los problemas ventilados fue la molestia que causa la pintura que expele un taller artesanal en la zona.