Mientras tanto

Mientras el país en general se encuentra entretenido viendo día a día los capítulos de la telenovela Odebrecht, la trifulca verbal entre el mandatario y el exmandatario, los empujones entre los hijos de padres divorciados y una oposición política que pide a gritos visibilidad, la economía espera cada vez con más impaciencia medidas imprescindibles para darle vuelta al rumbo.

Algunos analistas creen que el problema esencial del país pasa por el déficit fiscal, y que la corrección de este problema -por la vía del gasto por supuesto- es la solución. Ciertamente una parte de los desequilibrios que padece el país se originan en el gasto y su financiamiento, no obstante si en los 18 meses pasados se cortaba el gasto, el nivel de enfriamiento de la economía habría pegado muy fuerte en el empleo. Teniendo como marco la dolarización, el presidente deberá realizar actos heroicos en la reducción del gasto, así le consuma capital político en el corto plazo, de lo contrario debemos esperar un coctel de impuestos nuevos, algún recorte menor y desde luego la búsqueda de más deuda en las multilaterales.

Sin embargo, la esencia del problema no es esa; lo económico fundamental tiene que ver con la producción y la generación de empleo.

Es imprescindible que se tomen medidas para flexibilizar el empleo, de manera que se aliente nuevos emprendimientos sin los terribles costos de salida que tiene nuestra economía.

Es vital trabajar en la promoción de exportaciones, particularmente de sectores donde el país ya tiene infraestructura y condiciones: mejores niveles de productividad del sector camaronero, vegetales frescos, maricultura, valor agregado a café y cacao, sector forestal, así como pasos concretos para promover el desarrollo de industria ligera.

Debemos trabajar en acuerdos de inversión más dinámicos (hoy detenidos por completo). El presidente Moreno tiene aún la posibilidad de evitar una crisis económica, antes de que su inmovilismo le pase factura en lo político. Una vez que pierda popularidad -lo cual pasará- la capacidad de maniobra para enderezar el rumbo será más difícil.