Acerca de los perjuicios de la quema de monigotes

Ecuador y particularmente nuestra ciudad se prestan a colaborar, no con un granito de arena sino con una gran roca, al sobrecalentamiento global y a la destrucción de la naturaleza. Guayaquil se ha convertido en una gran fábrica de años viejos gigantescos que se ofertan por todos lados. Incluso se empiezan a fabricar hasta seis meses antes de fin de año y se quemarán desde el 30, 31 de diciembre y entre el 1, 6 y 7 de enero, rellenos de miles de todo tipo de explosivos letales, que liberan monóxido de carbono, nitrosaminas, tolueno, plomo, mercurio, fósforo blanco, nitritos y otras sustancias altamente tóxicas, metales pesados y cancerígenos con efecto residual hasta de tres meses.

Francisco Plaza Bohórquez