Del mundo de la música. Richard Carpio está trabajando en la elaboración del cantante Freddy Mercury, en Alcedo y la 15.

Abre en el suburbio la temporada de gigantes

8.000 dólares se repartirán en premios entre el primero y el tercer puesto.

El paisaje urbano en 20 calles del suburbio oeste aparece en estos días saturado de figuras salidas de los cómics, de las películas de moda y de los videojuegos.

Son enormes estructuras levantadas en madera, cartón, papel y hasta en tiras metálicas. Aparecen ocupando veredas y plantadas en las calzadas; se ubican en las esquinas o a media cuadra de calles que están distribuidas en cuatro parroquias, en cuyos vecindarios compiten con la altura de las casas aledañas. Son los monigotes gigantes que desde hace 24 años se han vuelto otra de las tradiciones de fin de año.

“Es parte de nuestra cultura popular”, dijo Gloria Gallardo, presidenta de la Empresa Pública Municipal de Turismo, entidad que desde hace cuatro años ubica en la agenda oficial la denominada Ruta de los Gigantes, sobre la que se hace hasta un lanzamiento.

“La Ruta de los Gigantes promueve una tradición única en el país y el mundo, que atrae a turistas nacionales y extranjeros”, agregó la funcionaria.

Ayer hubo una exhibición de algunas de las propuestas que se están levantando en el suburbio oeste. Para la rueda de prensa de lanzamiento de una guía impresa de la ruta, se los presentó en la Plaza de la Administración, hasta donde llegaron también tres de los artesanos que los confeccionan.

Por un lado, José Luis Morales, quien en las calles 18 y Francisco Segura ya ha terminado un Tres Patines monumental; Carlos Zapata, quien en Medardo Ángel Silva, entre la 15 y la 16, levanta figuras de los pitufos; y Bryan Ochoa, quien en la 20 y Febres-Cordero construye a Thanos.

Aunque la mayoría de ellos aún están a medio hacer, se evidencia que hay manos de artistas en su proceso de construcción.

EXPRESO recorrió la mañana de ayer el itinerario que este año sigue la Ruta de los Gigantes. En su mayoría, los gestores de estas obras de arte efímeras aún están elaborando sus monigotes. Uno de ellos es Adolfo Alvarado Rubio, quien en la esquina de las calles 15 y Capitán Nájera levanta a otro descomunal Thanos, de la saga de Marvel ‘Avengers’.

“Mi hijo es un artista. Estudió en Bellas Artes y cada año le gusta exhibir su arte en cosas como estas. Yo lo apoyo”, comentó César, un comerciante de arroz, cuyo lugar de trabajo está en Joyas de los Sachas (Oriente ecuatoriano), a 642 km de distancia, desde donde viaja a fines de año para ayudar a su hijo. “Ya hemos invertido hasta $ 1.000 en hierro, papel y madera. Eso sale de nuestros recursos”, agregó este padre.

Aunque no todos pasaron por la academia para atreverse a gestar estos enormes proyectos artísticos. Richard Carpio Jaime, por ejemplo, es un ebanista. Mientras ensambla una mesa o las sillas de esta, se da tiempo para avanzar en la terminación de una de las figuras emblemáticas del rock mundial: Freddy Mercury, integrante de la banda inglesa Queen.

En algunos casos los monigotes tienen detrás el trabajo de una sola persona. En la mayoría de los casos participan los hermanos, los amigos, los vecinos. Patricio Cordero Briones tiene 78 años y está orgulloso del trabajo que realiza su nieto Jordan. Él está construyendo al carismático personaje del Sombrerero Loco que Johnny Depp interpreta en la película ‘Alicia en el País de las Maravillas’, en Pedro Pablo Gómez, entre la 15 y la 16.

Aunque el Municipio ubica 36 destinos en su ruta de los gigantes, el suburbio está poblado de estos enormes muñecos. “Se los encuentra en cerca de 150 esquinas y veredas de diferentes barrios de este sector de la ciudad”, manifestó Wálter Cedeño, quien preside la Asociación de Pioneros de los Monigotes Gigantes, una organización que reúne a gran parte de los artesanos que entre octubre y diciembre elaboran estas inmensas torres de papel y madera.

El gremio tiene como vicepresidente a Víctor Rodríguez Bajaña, quien es considerado como el iniciador de esta corriente de hacedores de gigantes de papel. La leyenda dice que el primer año viejo gigante fue un Conde Pátula en la 20 y Capitán Nájera.

Cuidando el ambiente

Desde hace dos años los artesanos que están considerados dentro de la ruta oficial de monigotes, se han sumado a la campaña por el ambiente: no quemar sus muñecos.

“Es cierto que tradicionalmente los guayaquileños confeccionaban sus monigotes sabiendo de antemano que su destino final es la hoguera, pero queremos cambiar esta costumbre”, indicó Wálter Cedeño, del gremio que agrupa a estos artesanos.

Los gigantes serán desarmados cuando termine la temporada, programada hasta el 12 de enero.

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