Resulta muy difícil en el corto espacio de esta columna poder describir y analizar las características y el accionar de un gobierno tan largo y complejo como el de la R.C, porque desde el inicio nos aboca a definir bien si es de la Revolución Ciudadana o de Rafael Correa. Nosotros lo especificamos como el gobierno de Rafael Correa.

A continuación, debemos reconocer que nos encontramos ante el gobierno constitucional más largo de la historia de la República, y ejercido de manera continuada por una misma persona, avalado en tres procesos electorales.

La figura de R.C se destaca y fortalece en un momento histórico de cambios y búsqueda colectiva en la región y país, es decir no lo podemos entender bien si no lo contextualizamos en la coyuntura de Hugo Chávez, Néstor y Cristina Kirchner, Evo Morales, Lula da Silva, etc., en lo externo; y, en lo nacional, a los fracasos de las nuevas opciones políticas como fueron la de Abdalá, Mahuad y el coronel Gutíerrez y a los deseos de cambio del pueblo ecuatoriano, que le dio el voto a un “outsider”.

En la región latinoamericana, la globalización desvelaba el fracaso total del neoliberalismo, impuesto por el Consenso de Washington, y el fiasco completo de los regímenes militares auspiciados y apoyados por el imperialismo norteamericano en el contexto de la Guerra Fría, para defender y mostrar su dominio en el “patio trasero”. Además, la población en su conjunto exigía el retorno de la democracia y la instauración de un nuevo modelo de desarrollo que reduzca la pobreza, la desigualdad y luche por el bienestar colectivo, es decir satisfaga las reprimidas demandas sociales populares.

A lo interno, la elección de la R.C se da en un contexto de implantación de un inconsulto y oneroso modelo monetario de dolarización, emigración internacional por motivos económicos, achicamiento del Estado, disminución de la política social e inestabilidad política, provocada por tres golpes “blancos” de Estado; pero los remedios resultaron peores que las enfermedades.

Es en esta matriz donde se gesta, aparece y va fortaleciendo la administración de R.C y sus 9 años de gobierno, como una opción neopopulista, reformista y estatalista.

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