35 perfiles

Ocurrió lo que tenía que pasar: la 35 se separó. Ahora, ¿hacia dónde vamos? Para responder esa pregunta primero hay que examinar paso por paso lo que sabemos. Hay dos bandos: el correísmo y el morenismo. En este cisma se presentan diferentes perfiles, según la decisión y las motivaciones que hayan movido a cada político. En el lado de Correa están primero los creyentes. Utilizo ese término porque su lealtad y adoración hacia el “líder histórico” me hace recordar inmediatamente fanatismos religiosos, donde la obediencia y entrega es total. Son quienes tienen más fuerza en defender “la palabra” (porque es sagrada) y cometen actos de irracionalidad cuando se sienten atacados. Estos perfiles son peligrosos porque: a) su capacidad de influencia en las filas de menor rango; b) la capacidad de negociación con este perfil es casi nula y c) no dan por terminada la batalla nunca. Este perfil no existe en el bando de Moreno. El presidente no cuenta con lealtades religiosas. Lo que lleva a otro grupo: los políticos que después de multiplicar y dividir optaron por estar en (lo que consideran) el lado correcto de la historia. Y cuando utilizo esta frase no me refiero a una decisión ética o moral. Sino que le apuestan al lado ganador. Ven en esta disputa a un Lenín que saldría victorioso. A estos estrategas los mueve principalmente el mantenerse al margen del foco correísta (investigaciones por casos de corrupción) y -lo más importante- su ambición por un futuro político. Queda el bando de los indecisos, que se puede dividir en las siguientes categorías: a) quienes simplemente están esperando a que su cotización suba en el mercado; b) quienes aún están haciendo los cálculos en la apuesta y c) quienes ven en Lenín el bando ganador, pero su historia personal con Correa no les permite cometer semejante traición. Estos se muestran al margen, miden cada palabra. Creen que podrán mantenerse al margen; y probablemente lo logren hasta la primera votación polémica en la Asamblea. ¿Y ahora? Ambos bandos se jugarán el todo por el todo hasta el 2021. ¿Qué nos espera y cómo garantizar su victoria? Lo analizaré en el próximo artículo.