La firma de pagos electrónicos llegó a canalizar cerca del 70 % ($ 5.312 millones) del crédito que se llegó a colocar a través de tarjetas.

El 33,1 % del credito se mueve a traves de tarjetas

Por Datafast. La firma de pagos electrónicos llegó a canalizar cerca del 70 % ($ 5.312 millones) del crédito que se llegó a colocar a través de tarjetas.

Después de años de bajos crecimientos, la dinámica de compras a través de tarjetas de crédito vuelve a recuperarse. El año pasado, el consumo a través de esta herramienta financiera, llegó a mover los $ 7. 589 millones, versus los $ 6.126 millones del año pasado.

Las cifras del año pasado aún no se hacen oficiales en la página de la Superintendencia de Bancos, pero ya consta dentro de los cierres que hacen las principales empresas de este mercado y que hablan de una importante recuperación del sector. “Venimos de un 2016 que fue bastante lento en temas de consumo, eso de cierta manera hizo que el 2017 se registre un crecimiento importante. Hablamos de un año en el que el consumo tomó mayor velocidad”, dice Alain Broos, gerente nacional de Tarjetas de Crédito de Banco Guayaquil, entidad que el año pasado tuvo una participación del 14 % del mercado, al colocar $ 1.041 millones. El 70 % de eso, a través de American Express.

El crédito nacional que entregaron las más de 7 tarjetas que existen en el mercado representa el 33,1 % de los préstamos totales que entregó la banca privada y que, al cierre del año pasado, llegaron a sumar los $ 22.894 millones. Después de Diners Club, Banco del Pacífico fue una de las entidades que mayor crédito movió con $ 2.263 millones, eso significó un 11 % más que el año pasado. Un incremento que no solo se impulsó por la mejora en la percepción que el consumidor tuvo sobre la recuperación económica y que finalmente influyó en su decisión de compra, sino por la estrategia interna que usaron algunos bancos para incrementar su plantilla de clientes. Banco del Pacífico terminó el 2017 con 818.000 Pacificard emitidas, un 27 % más que en el 2016. De acuerdo con Miguel Carrillo, gerente de Medios de Pagos de esta institución, menciona que dentro del consumo existen ciertos hábitos crecientes. Entre ellos cita las transacciones que se hacen “a través de internet en comercios locales y de app digitales en comercios como cines. De igual forma hay un mayor uso en pago de impuestos y servicios públicos con tarjetas”, dice.

Ignacio Maldonado, vicepresidente ejecutivo de Negocios de Banco Pichincha, coincide con eso, pero aclara que el principal consumo continúa haciéndose en supermercados y otros nichos de mercado. “El 40 % de lo que movimos ($ 695 millones) estuvo concentrado en supermercados, telefónicas, líneas aéreas, línea blanca”. Otras entidades suman los locales donde se ofrecen servicios de salud y la compra de seguros.

Este año la estrategia es seguir incentivando el consumo a través del ‘plástico’. La clave, dice Broos, no solo está en planificar alianzas con establecimientos en nichos poco tarjetizados (incluyendo portales de comercio electrónico), sino en proponer al usuario las mejores condiciones de crédito, ligadas a las tasas y los tiempos de pago. En eso, dice, se está trabajando, así como se trabaja en masificar el uso de las tarjetas de débito. Aunque no se trate de crédito, es la herramienta con un uso que va en crecimiento y que está ayudando a los bancos a mermar el empleo del dinero en efectivo en el mercado.

El débito, con mayor crecimiento

Las tarjetas de débito no tienen más de 5 años en el mercado, pero el mayor uso de esta herramienta de compra está ayudando a que en el país se fortalezca el consumo a través de tarjetas. El año pasado, a través de estas tarjetas, se llegaron a facturar cerca de $ 2.000 millones. Hace un lustro, comenta Alain Broos, gerente nacional de Tarjetas de Crédito de Banco Guayaquil, esa cifra no superaba los $ 500 millones. “La gente lo ve mucho más práctico y funcional usar débito, que usar efectivo. No tienen la necesidad de ir a un cajero automático a retirar dinero y pueden organizar mejor sus consumos”. El pago de servicios digitales, acrecientan su consumo.