Escollo. Liga de Quito fue un rival que condenó a Barcelona en la primera etapa del campeonato local, y en la segunda tampoco le pudo ganar.

Un 2018 de resistencia

Barcelona cerró un año difícil en lo deportivo y espera izarse en 2019, que volverá a la Libertadores y buscará la estrella 16.

Desde la estrepitosa caída en Copa Sudamericana hasta la renuncia de directivos de peso en la institución. El 2018 para Barcelona no trajo la misma salud que el 2016 y 2017, siendo este, el tercer año de José Francisco Cevallos al mando, el de mayor complicaciones para concretar los objetivos trazados. Una temporada en la que resistir se ha vuelto el mejor remedio.

Cuando Barcelona conquistó el título de 2016, se proyectaba un 2017 con mayores logros y aunque no fue campeón local, el Ídolo del Astillero concretó una participación internacional envidiable a las de años anteriores. El nombre del club, internacionalmente, volvía a la palestra.

Pero en 2018, un desconocido General Díaz derrumbó las aspiraciones en Copa Sudamericana, delineando desde entonces una caída libre en diferentes rubros dentro de la casa amarilla.

Lesiones de líderes, futbolistas que no rindieron, partidos de mucho dominio pero con poca precisión, jugadores que no lograron venderse, deudas, demandas de los mismos deportistas, casos de doping, injerencia política, salida de directivos y hasta del galeno. Todo un coctel de desgracias y, al menos, un ápice de luz: meterse a Copa Libertadores, un reto grande que confirma el DT Guillermo Almada, quien además afirmó que este año el torneo local será de gran importancia.

“Será difícil pero ojalá nos toque entrar en los grupos (de Copa Libertadores). Aunque la prioridad de este año es apuntar al torneo local. Por distintas circunstancias no nos ha tocado en la definición. Esperemos tener un plantel más numeroso que el año anterior y competir a la par en los 2 campeonatos”, explicó el charrúa en el programa 100 % Deporte de su país.

Pero llorar sobre mojado no es un método que esté ligado a la historia de los canarios. El estratega uruguayo le pidió al presidente Cevallos seis refuerzos puntuales para 2019: un defensa central, un cinco, dos extremos y dos nueve.

Por ahora, la dirigencia ha cumplido con un delantero (Fidel Martínez) que puede jugar dentro del área o por las bandas, y el defensor central Robert Herrera. Almada está a la espera de los elementos restantes.

Uno de los volantes centrales que estaba en el radar, era el uruguayo Bruno Piñatares, pero sus derechos deportivos ya fueron adquiridos por el Delfín de Manta. Mientras que el paraguayo William Riveros, también del cetáceo, no descarta llegar al Ídolo.

Un año con varios atenuantes que ya forman parte de la historia, pero que Barcelona tendrá la oportunidad de resarcir esta temporada. Una de sus metas será convencer de vuelta a su público que, al final del campeonato, no respaldó a su equipo en el Monumental.

Las frases:

“Tenemos una ardua tarea en las fases de eliminación y cualquier rival que tengamos es de mucho respeto. Ojalá entremos a los grupos”.

— Guillermo Almada, DT de Barcelona

“Estoy muy ansioso de llegar a Barcelona, sé que es un club grande del Ecuador. En este club sé que se juega por cosas importantes”.

— Robert Herrera, nuevo refuerzo de Barcelona

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