2017 e historia social

La historia siempre es social, nos conduce a una temporalidad que se hace en, con y entre colectividades. Para comprenderla hay que remitirse al conjunto de acciones, reacciones e inacciones de los actores y sujetos sociopolíticos, económicos, culturales, etc., pues solo en ese escenario y horizonte, en el cual se hace y se despliega su vida, en un suceder de hechos y procesos, conocemos sus fines, objetivos y resultados. Por eso el 2017 solo puede comprendérselo más allá de cualquiera axioma y fórmula algebraica, ya que la vida nunca será matematizable, sino ese acontecer del ser (social e individual) en el tiempo.

El año que finaliza hoy tiene aún los últimos estertores: soberbia y vanidosa prepotencia de quienes se tomaron el nombre de la patria para asaltarla, vejarla, violarla, etc. Pero, sobre todo, para inundarla de corrupción. Lo hicieron con el banal argumento de realizar una “revolución ciudadana” (hoy el país ya sabe que fue una verdadera robolución y corrupción).

Termina el 2017 que resume 3.650 días, una década, en la cual un líder tóxico, megalómano y totalitario, pana de dictadores, montó un régimen ideológico, jurídico y político que le hizo creer que era el dueño del país. Junto con su gallada de PhD organizó un sistema mafioso que a través de la impunidad escondía prácticas de robo y asalto a los fondo públicos. Las huellas, signos, sonidos e imágenes de esa década de latrocinio y corrupción, seguirán perdurando y quedarán para el juicio de la historia.

Una investigación periodística estableció que además de los ya conocidos hechos de corrupción, hubo otras 150 acciones que avergüenzan al país. Además: vejamen, insultos, juicios a la prensa independiente y de responsabilidad culposa de algunos de sus funcionarios. Comenzó con el vejamen: “gordita horrorosa” a una periodista y “bestias salvajes” a otros (mayo 2007). Siguió con los Pativideos y narcovalija. Termina con la apropiación de más de medio millón de dólares del fondo partidario de AP por esa pandilla y sus “girls” viudas (XII, 2017).

“Prohibido olvidar” esto, será un acto de sanidad cívica y sociopolítica para quienes saben cuánto daño, en la década robada, hizo al país el correato.