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2016: Un posible balance final

Al término de 2016 es preciso evaluar los principales hechos. Es un ejercicio necesario para reflexionar crítica y autocríticamente sobre lo sucedido en este periodo.

En lo internacional lo fundamental fue la persistencia de la crisis económica, así como los conflictos bélicos en distintos lugares del mundo y la continuidad de las acciones terroristas del fundamentalismo islámico en crímenes horrendos.

También los cambios políticos que tienen que ver con la salida del Reino Unido de la UE y la elección de un “outsider” de posturas ultraderechistas, que movió el tablero de la política de EE. UU. Y por supuesto, la paz en Colombia con las FARC. Los tres casos con fallas de las encuestadoras.

En lo nacional, fueron la crisis económica, la situación de iliquidez y el déficit fiscal; el ascenso del desempleo y la inseguridad; la captura creciente de toneladas de cocaína y el dinamismo del microtráfico, etc. También el agresivo endeudamiento externo y la dependencia del crédito chino. Además se dieron a conocer acciones de corrupción que corroen las bases de la democracia y que implican a determinados sectores de la política ecuatoriana. Los hechos y eventos que la prensa independiente señaló oportuna y puntualmente, pese a desmentidos oficiales en Petroecuador, y los hoy conocidos sobornos de Odebrecht a determinados funcionarios, fueron aspectos que marcaron el año. Y, sin duda, se seguirán mostrando algunas evidencias que aún permanecen en las sombras.

En el 2016 se continuó capturando altos volúmenes de cocaína cuyo destino era el exterior. Los problemas del Issfa señalan aspectos que mantienen la confrontación entre militares retirados y el Gobierno, lo que llevó a reorganizar los mandos activos. Aumentó el enfrentamiento gubernamental con indígenas y trabajadores. Los “Panama Papers” evidenciaron hechos que ya se señalaban en la prensa. También persistió el envío de leyes con carácter urgente, sin demanda social. Fue importante la aprobación del TLC con la UE.

El hecho de mayor significación fue el terremoto de abril, que afectó severamente a Manabí y Esmeraldas, y que en su contracara mostró a un país unido y solidario con los afectados.

Este fue un año no solo para quemar sino para recordar; para reflexionar y comprender que estos hechos seguirán en el escenario esperando soluciones urgentes.