100 dias
A todos sin excepción nos han dicho alguna vez: “te vieron la cara”, “qué mala negociación hiciste”, o incluso “anda pide que te devuelvan la plata”. A veces escuchamos cosas como: “qué buen negocio hiciste”, “¿cómo lograste convencerlos de eso?” o hasta un burlesco “¿y no se dieron cuenta?”.
Como ha pasado ya algún tiempo y parece que no nos hemos dado cuenta, debo reconocerle a Moreno su capacidad para producir emociones positivas en la gente. Habiendo triunfado electoralmente con una insignificante diferencia, en los primeros pininos de su presidencia logró construir aquel activo sin el cual estaba destinado al fracaso: confianza. Aún empezando tan mal, mientras escribo esta columna varios encuestadores atribuyen al presidente un respaldo ciudadano casi fenomenal.
Dicho esto se impone la prudencia. Los estudiosos saben que nuestras mentes son más frágiles que lo que nos gustaría aceptar y que a veces nos parecemos a las peligrosísimas cobras sucumbiendo a la flauta del frágil encantador.
Sencillos experimentos explican lo complejo: la mitad del salón termina el ejercicio declarando que hizo una gran negociación, mientras la otra mitad siente que pudo hacerlo mejor. Cuando la pantalla muestra quiénes efectivamente se llevaron la parte más grande del pastel y quiénes fueron explotados, no hay coincidencias entre los resultados obtenidos y el “feeling” de cada negociador: puedes haberte llevado todo lo que estaba en la mesa y sentirte frustrado o puedes, como parece pasarnos a los ecuatorianos (hoy), no haber conseguido nada (aún) y sentirte ganador.
Quizá bajo el supuesto de crear una autoestima nacional, Correa dejó al ecuatoriano tan deprimido como su economía, de donde todo rebote se siente maravilloso. Quizá Lenín ha realmente concretado tanto en estos días para sustentar su masivo respaldo; o quizá es solo un genio de las percepciones.
A falta de una respuesta inequívoca cada uno de nosotros debería tener claras un par de cosas objetivas y verificables sobre las que asentar nuestro respaldo al presidente al celebrar sus 100 días de gobierno.