
Plan de reactivación en La Mariscal elimina licorerías e impulsa viviendas
Menos licorerías, más viviendas y más incentivos: Conoce el plan para recuperar La Mariscal
Después de varios intentos fallidos por revitalizar La Mariscal, el Concejo Metropolitano de Quito conoció en primer debate el plan de recuperación para esta emblemática zona, cuya ejecución está proyectada para un periodo de doce años.
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Bares concentrados en Plaza Foch
El concejal Adrián Ibarra, presidente de la Comisión de Uso de Suelo, explicó que el objetivo es repoblar el sector, recuperar la actividad comercial y atraer inversiones nacionales e internacionales que generen empleo. Entre las observaciones planteadas está restituir la doble direccionalidad de la avenida Amazonas en todo su trayecto y reforzar las acciones de seguridad.
Uno de los puntos claves será la eliminación de licencias para licorerías, así como la racionalización de permisos para discotecas, concentrando la oferta de entretenimiento alrededor de la Plaza del Quinde, más conocida como Plaza Foch. “La idea fundamental es tener una zona de entretenimiento delimitada territorialmente, con controles intensivos de la Agencia Metropolitana de Control (AMC) y la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT)”, señaló Ibarra.
El plan también contempla intervenciones sociales para la reubicación de personas en situación de calle, en coordinación con la Secretaría de Inclusión Social. “La Mariscal está despoblada, lo que facilita que espacios deshabitados sean ocupados por la delincuencia”, advirtió el edil.
Ibarra reconoce que hay una realidad preocupante, debido a libadores en la vía pública y habitantes de calle que, según un estudio municipal, llegan a 1.500. Por ello, las autoridades decidieron frenar las licencias de licorerías en zonas colindantes a universidades.
Si el Concejo aprueba la propuesta en segundo debate, las primeras medidas incluirán beneficios tributarios para nuevas construcciones y negocios. Quienes construyan en la zona tendrán una reducción del 50 % en tributos municipales, mientras que los comercios que se instalen dentro del polígono de intervención recibirán una exoneración del 100 %.

Construcción vertical para nueva vivienda
Mauricio Marín, director metropolitano de Ordenamiento Territorial, recordó que no ha existido un plan integral para La Mariscal en los últimos 20 años. Según el censo de 2022, en la zona hay unas 7.500 unidades de vivienda. Con la ejecución del plan, se espera llegar a 32.500.
La propuesta fomenta el comercio barrial (tiendas, farmacias, bazares) y el comercio zonal (hoteles, restaurantes, actividades turísticas, teatros y cines). “La mejor manera de generar una percepción positiva de seguridad no es con 300 militares, sino con buen espacio público y comercio activo en plantas bajas”, afirmó Marín.
La concejal Analía Ledesma insistió en que la clave es devolverle la residencialidad a La Mariscal. El expendio de bebidas alcohólicas se permitirá únicamente en la Plaza Foch, aunque reconoció que será un reto para la AMC por su limitado personal. Según los informes, en 370 operativos realizados fueron decomisados más de 8.000 litros de licor y se detuvo a 21.000 personas.
Analía Ledesma
En el eje de la avenida 10 de Agosto se permitirá construir hasta 24 pisos, con incentivos especiales para hoteles y hostales. La Foch, en cambio, tendrá un límite de ocho pisos, con un descuento del 50 % en la Concesión Onerosa de Derechos.
Leandro Buratovich, administrador zonal de La Mariscal, manifestó que el plan busca que los centros de entretenimiento se concentren en un polígono definido, mientras que en los alrededores se promueve la vivienda y la reactivación económica. Actualmente, el 40 % de los predios están abandonados.
El plan prevé eliminar licorerías cercanas a universidades, otorgando a los comerciantes un año de plazo para cambiar de actividad antes de que expire su Licencia Única de Actividades Económicas (LUAE). Hoy existen más de 150 locales con licencias de entretenimiento.
“Primero hay que combatir la inseguridad, luego lograr que la gente vuelva a habitar la zona. Este esfuerzo debe verse reflejado antes de los doce años, para recuperar algo que nunca debimos perder: La Mariscal”, concluyó Ibarra.
Esta zona tiene 154 manzanas que concentraban la mayor visita turística de Quito, lo que la posicionaba como un poderoso motor económico de la urbe. Pero también es un imán para el tráfico de drogas, prostitución e inseguridad.