Marco Pérez tiene 65 años y cada mañana se juega la vida, como otros más, al cruzar la Panamericana Norte, en Quito, para tomar el bus que lo lleva a su trabajo.

Él es uno de los tantos peatones que se siente desplazado, ignorado y anulado por las autoridades locales. La falta de amplitud en las aceras para circular, en algunos puntos, la inseguridad vial y la nula atención ciudadana son elementos que los convierten en seres vulnerables en la red urbana.

Verónica Simbaña cuenta que hace 20 días, una mujer y su hija fueron atropelladas, mientras cruzaban esta avenida rápida. “Con este ya son tres muertes. Es un suicidio pasar, pero no queda de otra”.

Las cifras de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) indican que de enero a junio, 159 peatones fueron atropellados. 175 lesionados y 27 fallecieron. Pero a nivel mundial, la Organización de la Salud (OMS) indicó que 1,35 millones de personas mueren cada año en las vías, siendo esta la principal causa de deceso.

“La necesidad que tenemos de ser visibles y tomados en cuenta es enorme. Somos gente de a pie y al menos tenemos derecho a circular con todas las normas de seguridad, con veredas amplias y no solo con líneas estrechas que simulan serlo. Tampoco podemos estar siempre a la carrera en las calles, o es que ¿cuántas muertes más quieren las autoridades para darnos una respuesta?”, increpó Simbaña.

La falta de planificación territorial integral y de análisis de las necesidades del peatón son los pilares de este déficit. Así lo afirma María Samaniego, presidenta del Colegio de Arquitectos de Pichincha.

Ella sostiene que hay un desequilibrio en el diseño de la ciudad. Mientras calles como la Venezuela y García Moreno, Centro Histórico, son peatonalizadas para precautelar la integridad del ciudadano, y cederle más espacio; en otros puntos como el mencionado al inicio del reportaje, ni siquiera se lo toma en cuenta, y mucho menos se solventan los problemas que enfrentan a la hora de caminar en la urbe.

“Siempre se aventaja al vehículo sobre el peatón. No hay espacios bien diseñados, con amplitud para transitar. Tampoco rampas de fácil acceso para personas con capacidades especiales, ni zonas con árboles que den sombra. Son falencias”.

Al respecto, la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) indicó que no ha sido posible colocar un puente peatonal sobre la avenida Panamericana Norte debido a la desactualización de un estudio técnico realizado el 8 de marzo de 2021, pero sí está considerada su ejecución en los próximos meses, una vez finalice el proceso de licitación para su construcción, la misma que está valorada en 291.772 dólares, según se indicó en un comunicado enviado a este Diario.

Con esto, el problema de más de 10 mil personas que viven en barrios como Camino de los Eucaliptos, San Francisco del Norte, Eloisa, La Bota, entre otros será solucionado.

EXPRESO consultó a la Secretaría de Movilidad del Municipio sobre las calles peatonalizadas, cuál fue la finalidad de la obra, se cumplió con el objetivo buscado y cuántas personas circulan por estos espacios diariamente, pero hasta el cierre de la edición no se obtuvo respuesta.

Sobre la peatonalización de calles, la arquitecta María Samaniego ratificó que son obras puntuales, más no integrales. No representan una solución para las dificultades que tiene el peatón.

“No son acciones integrales, pero se pueden mejorar planificando previamente para no dificultar el comercio, la circulación vial y demás elementos”. 

La cifra. 

12 atropellados y cuatro muertos hubo en esta avenida principal, en lo que va del año, dijo la AMT.