Quito

vía Calacalí
Las lluvias provocan la caída de escombros en la vía Calacalí. El material obstaculiza el paso y a veces causa cierres prolongados del tránsito.Foto: Ángelo Chamba

Nanegalito: Desolación por derrumbes golpea al turismo

Los comerciantes están preocupados por los derrumbes en la vía Calacalí.  Hay campamentos con maquinaria para emergencia

Un velo de polvo se alza sobre la vía Mitad del Mundo - Calacalí, interrumpiendo el ritmo habitual de la carretera.

Los vehículos reducen la marcha, encienden las luces de estacionamiento y atraviesan con cautela la alfombra marrón que cubre el asfalto. Un deslizamiento de tierra, consecuencia de las incesantes lluvias y la erosión, ha tomado el control por unos minutos.

Lea también: Quito: 10 deslizamientos de tierra se produjeron en la vía Intervalles

Para los usuarios, la escena se ha vuelto cotidiana en esta vía, que conecta a Pichincha con la Costa norte del Ecuador. La época lluviosa golpea con fuerza este eje vial entre la Mitad del Mundo, Calacalí, Nanegalito y San Miguel de los Bancos, dejando a su paso un rastro de incomodidad e impacto económico.

libadores Quito

Quito: Sector Granados reclama por libadores

Leer más

“Esto pasa todos los días y a lo largo de la vía hay pequeños y grandes deslizamientos”, comenta un conductor con resignación. “La lluvia y la tierra no nos dan tregua”. Las palabras reflejan la impotencia de quienes transitan por este sector montañoso, donde los suelos, inestables y con poca cohesión, se convierten en protagonistas de derrumbes frecuentes.

Álex Rivera, director de Viabilidad de la Prefectura de Pichincha, explica que la provincia presenta diversos climas y geografías. En la zona norcentral, que incluye Nanegalito, Pacto, Mitad del Mundo y el tramo de Calacalí a Nanegalito, los cambios de suelo influyen en los deslizamientos.

El funcionario señala que “es un sector montañoso con suelos inestables que, al mojarse con la lluvia, se deslizan con facilidad. Es por eso que aquí se registran los derrumbes más complejos, especialmente hasta el kilómetro (km) 70”. La vía tiene 160 km.

A partir del km 70 hasta Puerto Quito, la zona es más plana y disminuye la dificultad en cuanto a taludes, pero en este sector se dan inundaciones producto de los ríos y esteros que crecen con los caudales cuando llueve.

Nanegalito negocios
Los propietarios y comerciantes de locales se ven afectados, pues los turistas evitan viajar a esa zona por los constantes derrumbes.Foto: Ángelo Chamba

La situación no solo genera incomodidad para los usuarios de la vía, sino que también tiene un impacto económico significativo. 

El comercio local se ve afectado por los cierres intermitentes, mientras que los transportistas deben buscar rutas alternas, aumentando sus costos y tiempos de viaje. En Nanegalito los locales lucen vacíos, las comerciantes están a la espera de los clientes.

Con el cierre de la Alóag -Santo Domingo esta zona se vuelve muy transitable. El GAD no ha dado soluciones y los comerciantes somos afectados

Otita Ochoa

comerciante de Nanegalito

Otita Ochoa, propietaria de un puesto de dulces tradicionales en Calacalí, ha visto cómo las fuertes lluvias y los deslizamientos han ahuyentado a los turistas. “Nadie quiere arriesgarse a un cierre de la vía”, lamenta. “Las ventas han caído drásticamente y no tenemos apoyo de las autoridades. Pasamos el día esperando clientes, pero son cada vez menos. En feriados anteriores ya con un día de anticipación se veía a la gente”.

La situación vial no solo afecta al comercio local, sino que también genera incertidumbre y temor entre los usuarios de la carretera. Cada desprendimiento de tierra significa un obstáculo inesperado, una demora y un riesgo potencial. Los comerciantes de esta zona lo saben bien.

La problemática se agudiza cuando se cierra la vía Alóag-Santo Domingo. Camiones, buses y vehículos toman la vía Mitad del Mundo - Río Blanco como ruta alterna. Esto colapsa la zona, generando congestión y dificultando aún más el acceso a los establecimientos comerciales.

Marianela Taticuan, propietaria de un negocio de fritadas en Calacalí, mantiene la esperanza a pesar de las dificultades. Confía en que el feriado impulse el comercio en la zona. “A pesar de los derrumbes”, asegura, “los turistas que visiten la zona se van a encontrar con gente cálida y una variedad gastronómica deliciosa”.

Cuando hay deslizamientos leves, se demoran hasta dos horas en limpiar y ocasiona congestión vehicular. Eso afecta al turismo, al comercio

Janeth Rivera

comerciante de Nanegalito

Sin embargo, Taticuan también hace un llamado a las autoridades. “Necesitamos una intervención para atender mejor al usuario y que adecuen espacios para estacionar”, solicita.

“Los establecimientos en Calacalí no cuentan con parqueaderos y los turistas no pueden dejar los carros afuera porque pasan camiones y hay el riesgo de choques. Queremos soluciones que permitan mitigar los efectos de las lluvias”, dice.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!