¿Cómo avanza el plan de recuperación del Centro Histórico de Quito?
El Municipio de Quito inició una segunda fase para revitalizar el Centro Histórico. Vecinos dicen que problemas se mantienen
La revitalización del Centro Histórico de Quito ha sido una de las apuestas más ambiciosas de la administración del alcalde Pabel Muñoz. El objetivo es contrarrestar el despoblamiento y el deterioro urbano, enfrentando problemáticas como el comercio informal, la inseguridad y la ocupación de casas patrimoniales por habitantes en condición de calle.
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Se ejecutó una primera fase en octubre pasado, en la calle Benalcázar, donde se ampliaron aceras, se sembraron árboles y se renovó la iluminación, con el propósito de mejorar la calidad de vida en la zona. Según el Municipio, el proyecto inicial, que abarcó 12 cuadras, ha mejorado la percepción de seguridad y promovido la convivencia entre residentes y visitantes.
Desde el sector privado, la iniciativa ‘De vuelta al centro’ ha complementado estos esfuerzos con acciones como el embellecimiento de la ciudad con la siembra de 20.000 geranios (la flor emblemática de Quito), el apoyo a emprendedores y la organización de mingas comunitarias.
Ana Sevilla, miembro del comité del proyecto, dice que buscan “ser un motor de reactivación económica y social”, mediante el fortalecimiento del tejido comunitario y la asesoría y acompañamiento a negocios emblemáticos.
Como parte del proyecto, el 6 de junio, en el bulevar de la 24 de Mayo, más de 200 voluntarios se unieron a una gran minga. Javier Alvarado, director ejecutivo de la Fundación Telefónica Ecuador, resaltó la actividad como parte del Día Internacional del Voluntariado.
Desde hace tres años, cientos de voluntarios han trabajado en la limpieza y mejora de las plazas y otros espacios de sectores como La Ronda, San Marcos y la 24 de Mayo. También les enseñan robótica a niños y realizan mentorías con los vecinos.
Reactivación con la llegada del metro de Quito
Además, Sevilla menciona que el impacto de la llegada del metro ha sido significativo. Según cifras levantadas por la iniciativa, los negocios cercanos a la estación San Francisco han reportado hasta un 30 % más ventas. No obstante, Sevilla reconoce que el desafío es extender la revitalización a otros sectores del centro. “Son necesarios corredores seguros para que los visitantes se muevan y la reactivación sea global”.
Cuestionamiento de vecinos del Centro Histórico
Sin embargo, algunos vecinos manifestaron su inconformidad con la primera fase. Pablo Buitrón, coordinador del Frente Defensa del Centro Histórico, cuestionó la intervención en la calle Benalcázar. “No sirvió de nada ampliar las aceras en una cuadra, pero sí complicó el tránsito y aumentó los tiempos de traslado”.
También alerta sobre problemas generados por la instalación de macetas. Asegura que se han convertido en urinarios públicos e incluso son usadas para esconder sustancias sujetas a fiscalización.
La percepción de inseguridad es una constante en algunos sectores del Centro Histórico. Yolanda Piedra, dueña de una tienda en la calle Benalcázar, asevera que la zona es riesgosa. Coincide con Buitrón en que la colocación de macetas no ha funcionado y más bien son un foco que atrae a habitantes de calle.
José Delgado, quien vive frente al bulevar de la 24 de Mayo, enfatiza la necesidad de mayor presencia policial. “Antes uno podía salir a cualquier hora, ahora es un peligro. Se necesitan más controles y patrullajes”.
El 2 de junio, los vecinos de barrios como 5 de Junio y La Victoria realizaron un segundo plantón para rechazar la implementación de la segunda fase del plan de recuperación. Consideran que el Municipio debe enfocarse en problemas urgentes como la inseguridad, la mendicidad y la insalubridad.
Por otro lado, dirigentes como Ramiro Torres, de la unidad de gestión del barrio La Ronda, consideran que la intervención ha traído mejoras para este sector tradicional. “La Ronda se recuperó después de muchos años. Pasamos la pandemia, apagones, inseguridad. Esperamos que estas iniciativas logren reavivar la zona”, indica. Empero, también reconoce que aún hay espacios por intervenir, como Santo Domingo, La Loma Grande o la 24 de Mayo.
Desde la academia, Lenin Lara, docente de la Facultad de Arquitectura de la UIDE, advierte que todavía falta una estrategia integral. “No se atacan los problemas de fondo, solo la parte estética. No es un problema nuevo, pero ninguna administración ha tenido un plan integral”, sostiene.
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