Loja
Vecinos del barrio Chamanal esperan desde tempranas horas la llegada de tanqueros con agua potable.Freddy Inga

Chamanal, en Loja, denuncia casi diez meses sin agua potable

Vecinos reclaman que dependen de tanqueros y una cisterna insuficiente

El barrio Chamanal, en Loja, enfrenta una crisis humanitaria silenciosa: cerca de diez meses sin agua potable.

Los vecinos aseguran que solo disponen de una cisterna que abastece al sector de manera insuficiente, mientras dependen de la llegada irregular de tanqueros enviados por la Municipalidad.

Rosa Soto, residente del sector, explicó que la problemática se originó hace varios años, cuando, durante la administración del exalcalde José Bolívar Castillo, se construyó la vía de integración, lo que provocó daños en la tubería que suministraba agua al barrio.

“Desde entonces nos pasaron al plan maestro de agua potable que viene por Carigán, pero el sistema sufre constantes daños debido a las lluvias, tanto en invierno como en verano. No tenemos el servicio y eso afecta todas las actividades del hogar: consumo, higiene y lavado de la ropa de los niños”, detalló.

Soto hizo un llamado urgente a la alcaldesa Diana Guayanay:

Es necesario que se nos dé una solución definitiva. Además de la falta de agua, vivimos con vías en mal estado, sin alcantarillado completo, con alumbrado público deficiente y recolección de basura irregular. Estamos privados de servicios básicos que cualquier ciudadano merece”.

Digna Robles, expresidenta de la junta vecinal, aseguró que hace diez meses quedó un presupuesto de 117.000 dólares destinado a proyectos de agua potable, pero no se ejecutó completamente.

“Se hizo un alcantarillado para algunas familias, pero gran parte del dinero no se utilizó. Hoy necesitamos que ese presupuesto se destine a garantizar el abastecimiento de agua. Los tanqueros llegan de manera irregular, lo que obliga a las familias a improvisar”, indicó.

agua potable
Vecinos del barrio Chamanal esperan desde tempranas horas la llegada de tanqueros con agua potable, única fuente que abastece al sector tras casi diez meses sin servicio.Freddy Inga

Jorge Herrera, otro residente, señaló que la falta de agua se ha vuelto parte de la rutina.

“Tenemos que estar pendientes todos los días, llamando para que nos envíen agua. Cuando llega, apenas alcanza para cocinar y lavar un poco de ropa. Si no, toca comprar bidones, lo que representa un gasto mensual de entre 30 y 35 dólares. Esto afecta especialmente a las familias con niños pequeños, que necesitan agua para la alimentación y el aseo diario”, explicó.

EXPRESO contactó a la Unidad Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Loja para conocer qué acciones se ejecutan para mejorar la situación, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

Los vecinos sostienen que las medidas adoptadas han sido insuficientes y que las soluciones llegan de forma intermitente. El deterioro de las vías de acceso al barrio agrava la situación: la carretera de integración se encuentra en pésimas condiciones, dificultando el tránsito vehicular y la llegada de los tanqueros.

Denuncias en torno al alcantarillado

Además de la falta de agua y el mal estado de las vías, los moradores denuncian que el alcantarillado está incompleto, el alumbrado público es deficiente y la recolección de basura es irregular, lo que genera acumulación de desechos y riesgos sanitarios.

“No solo necesitamos agua, también pedimos atención a todos estos problemas que nos afectan diariamente. Sentimos que estamos olvidados por las autoridades”, concluyó Robles. 

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