El tortuoso transporte capitalino
Pese a la ineficiencia y la negligencia del consorcio encargado de operar el circuito, el contrato fue renovado...
El sistema de transporte público de Quito metropolitano no solo resulta insuficiente para satisfacer la demanda de la ciudadanía, sino que significa un riesgo para los millones de usuarios que moviliza a diario. Además de la inseguridad, la incomodidad con que se transportan se ve agravada con el paso del tiempo, sin que las autoridades responsables realicen las mejoras necesarias para brindar un servicio de calidad.
El deterioro de las unidades de los diversos subsistemas que integran la red de transporte público es evidente, y se comprueba, como expuso este Diario, en uno de sus principales corredores, con buses donde se filtran emisiones y que circulan con cables expuestos, vidrios trizados y la suspensión averiada, generando malestar en los pasajeros. Igual descuido se observa en las paradas e incluso en la falta de cumplimiento de la frecuencia con que deben circular los buses. Pese a la ineficiencia y la negligencia del consorcio encargado de operar el circuito, el contrato fue renovado y está vigente por siete años más.
El Municipio debe asumir cabalmente su función y realizar las gestiones y correctivos necesarios para que el transporte urbano preste un servicio con los estándares que merece el ciudadano.