El talón de Aquiles

Investigar el manejo del dinero del municipio no puede dejarse como una tarea pendiente. Los recursos del estado local pertenece a los habitantes

Que dos meses después de iniciado su mandato, el alcalde de Guayaquil solo hable de la mala planificación financiera y el desastre organizacional de la anterior administración municipal hace pensar que no se ha encontrado ninguna irregularidad que amerite una exhaustiva investigación del destino de los cientos de millones de dólares del presupuesto de la ciudad más poblada del país, que no se sabe en qué fueron gastados.

No es posible que la máxima autoridad de Guayaquil no evidencie el desastre de la administración socialcristiana, que dejó a una ciudad destruida, con graves problemas de movilidad que complican las actividades productivas de toda la población.

Han sido tantos los cuestionamientos y las sospechas de irregularidades que sumó la anterior alcaldía, que no pueden dejarse sin investigar en el corto y mediano plazo, porque desentenderse de eso es no cuidar los recursos del gobierno local, que es de todos los guayaquileños. Los malos manejos, de los que muchos hablan en voz baja, deben sacarse a flote como una forma de luchar contra la corrupción enquistada en las compras públicas. La primera autoridad debe empezar a dar muestras de la transparencia con la que actuará durante los cuatros años que durará su mandato municipal.