Editoriales

Solidaridad con Haití

Es de esperar que pronto las organizaciones públicas y privadas establecidas para el efecto, acudan a la siempre viva filantropía de los ecuatorianos

Aunque no faltan temas trascendentes en el Ecuador, dignos de ser tratados editorialmente, tal cual la enorme corrupción que se evidencia en algunas instituciones vinculadas al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, sus hospitales por ejemplo, y las dificultades para corregirla, dada la existencia de poderosas mafias con gran poder económico y político, la solidaridad obliga a pensar en la tragedia que vuelve a conmover a la República de Haití.

Primera en la libertad en América Latina (1790-1804), apoyó, con el general Alexander Petion, los esfuerzos de Simón Bolívar en pro de la independencia de la por entonces América Española, bajo promesa de, luego de la victoria, manumitir a los esclavos del Nuevo Continente.

Hoy, cuando Haití está sufriendo por el reciente magnicidio de su presidente y la pandemia de COVID-19, que acentúa una crónica pobreza recientemente agravada por un movimiento sísmico que ha ocasionado cerca de dos mil muertos, seiscientos mil heridos y más de seiscientos mil damnificados, requiriendo urgente ayuda humanitaria, estamos obligados a otorgársela pese a las dificultades que también nos afectan.

Es de esperar que pronto las organizaciones públicas y privadas establecidas para el efecto, acudan a la siempre viva filantropía de los ecuatorianos.