Editoriales

Revisar el régimen de partidos

Con ello también se buscaría evitar la dispersión de las candidaturas presidenciales, a proponer solo por partidos de organización nacional en relación a militantes con más de tres años de afiliación

Deja la primera vuelta muchas lecciones que bien harían los ciudadanos en general y los políticos en particular, en revisar cuidadosamente, asumiendo sus indicaciones. Una de ellas, nítida, es el justificado desencanto con muchos de los partidos políticos actualmente operantes en el Ecuador, en especial cuando la desidia e incapacidad de sus dirigentes o propietarios los han mantenido en intolerable inactividad, salvo la breve manifestación de su existencia observable durante los periodos electorales. Por supuesto, el desencanto ha sido mayor cuando al membrete partidario se lo ha visto vendido o alquilado al mejor postor y recibiendo además fondos del Estado, con un destino que nadie controla, en cuanto al uso al que estaban teóricamente asignados.

Así, resultan imperativas profundas reformas al Código de la Democracia. Una de ellas, urgente, debe estar orientada a impedir la proliferación de las organizaciones partidarias, incrementando los requisitos para su constitución en ámbito nacional, de la que dependerían las respectivas estructuras regionales y locales. Con ello también se buscaría evitar la dispersión de las candidaturas presidenciales, a proponer solo por partidos de organización nacional en relación a militantes con más de tres años de afiliación.