Reinicio del Ecuador

Lograrlo va a requerir mucho esfuerzo y sacrificio, un gobernante con liderazgo, discernimiento y decisión; una Asamblea y una Justicia lúcidas, íntegras y transparentes; y una sociedad involucrada, vigilante y participativa

El nuevo gobernante asume el poder en medio de un despertar de la ciudadanía, que le ha manifestado su apoyo para que lleve adelante las propuestas con que conquistó el triunfo. Pero que asimismo ha expresado contundentemente su rechazo a cualquier acción que signifique un desvío de la prometida lucha contra la corrupción y la impunidad. En este escenario llevará a cabo la desafiante tarea de sacar al país de la crisis económica y sanitaria, un reto cuya consecución se verá facilitada u obstaculizada por la recién estrenada y ya convulsionada Asamblea, cuya actuación también será permanentemente monitoreada y fiscalizada por la población.

Ecuador puede inaugurar hoy una nueva era y tomar la ruta del desarrollo, la eficiencia y la innovación, en un marco de honestidad y de seguridad, y con el objetivo de lograr un bienestar real para todos los ecuatorianos, con énfasis en los más afectados por la situación económica y la pandemia. Con reactivación, empleo, salud, educación, progreso, libre de narcotráfico y delincuencia, y con oportunidades para todos. Lograrlo va a requerir mucho esfuerzo y sacrificio, un gobernante con liderazgo, discernimiento y decisión; una Asamblea y una Justicia lúcidas, íntegras y transparentes; y una sociedad involucrada, vigilante y participativa.