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Recuperar el respeto de lo público

Así, una tarea trascendente del actual régimen es recuperar el respeto de lo público, cuidando que se desempeñe con patriotismo y probidad

Si se define lo público “como el espacio de conocimiento y reflexión de la sociedad sobre sí misma y de las propuestas y acciones colectivas que tienden a mantener o alterar el estado de cosas vigente en dicha sociedad” lo público debería de ser sumamente respetable pero, ha perdido esa categoría desde hace un buen tiempo. El que sabe, sabe, se decía, y el que no, es empleado público, castigando con una generalización a todos quienes se desempeñaban en el otrora bien conocido como “servicio” público.

Malos salarios y constante intromisión de la mala política han ido desacreditando la pertenencia a lo que en otro momento fue garantía de respetabilidad y conocimiento. Hoy ser funcionario público se ha convertido en mecanismo de enriquecimiento rápido y absoluto desdén de las aspiraciones ciudadanas. En efecto, el arrogante empleado público actual no siente, por ejemplo, que es su deber informar a la sociedad, que paga su salario, respecto a los avances en su desempeño. Ni siquiera accede a los mecanismos de control que la sociedad ha establecido y si es funcionario de elección popular, busca reelegirse constantemente para garantizar su impunidad. Así, una tarea trascendente del actual régimen es recuperar el respeto de lo público, cuidando que se desempeñe con patriotismo y probidad.