Racionalizar la Ley Electoral
Reformar el Código de la Democracia es necesario para que no se siga permitiendo la inscripción indiscriminada de candidatos
La legitimidad de quien resulte ganador en las próximas elecciones de agosto dependerá del número de candidatos que compitan por la Presidencia de la República. Que el voto de los electores se fragmente excesivamente llevaría a liderar la Función Ejecutiva a un primer mandatario sin la representatividad necesaria que debe tener quien conducirá los destinos del país. Aquellos que resultaron electos en las seccionales de febrero -gracias al voto duro de su movimiento o partido político- en la mayoría de los casos obtuvieron menos de 15% de voto total.
Por lo tanto, reformar el Código de la Democracia es necesario para que no se siga permitiendo la inscripción indiscriminada de candidatos y para que se supriman los aportes de fondos públicos a los partidos y movimientos políticos con que promueven a sus candidatos, pues hacen campaña con el dinero de los contribuyentes, el cual debería destinarse a salud, educación, seguridad, vialidad y tantas otras necesidades insatisfechas de la ciudadanía.
Asimismo, tras la muerte cruzada ha quedado en evidencia la inaplicabilidad de plazos y disposiciones contemplados en la Constitución, como por ejemplo que se realicen elecciones en tiempo récord y para elegir funcionarios que estarán en el poder por un cortísimo periodo, cuando lo adecuado sería que lo ejerzan durante cuatro años.