Municipios de vacaciones
Muchas necesidades de la población permanecen insatisfechas sin que los municipios se esfuercen por elaborar un programa de acción que permita un desarrollo urbanístico ordenado...
Parece que los gobiernos autónomos descentralizados viviesen un eterno receso en sus funciones, o al menos una etapa de preparación sin fin, pues las obras no se ven y los proyectos que la ciudadanía espera o no se da a conocer su fecha de inicio o simplemente no están en planes de ejecutarse. Muchas necesidades de la población permanecen insatisfechas sin que los municipios se esfuercen por elaborar un programa de acción que permita un desarrollo urbanístico ordenado frente a las nuevas necesidades generadas por la globalización y el cambio climático; y sin que al menos se dé mantenimiento adecuado a la infraestructura existente o se optimicen los servicios que prestan. Dos ejemplos: Salinas es tierra de nadie. No cuenta con calles ni bordillos, a excepción del malecón, y no hay quien controle los excesos de ruido durante las noches, en detrimento del descanso que buscan los turistas y propietarios de inmuebles que con sus impuestos mantienen a la Municipalidad. Igual pasa con Guayaquil en la vía a la Costa. No se planifican parques ni vías alternas, peor un anillo vial que evite que se frene el tráfico que viene de la playa hacia la ciudad para darle paso a los que van a virar a Chongón, donde justamente se desarrolla la tan anunciada Nueva Ciudad que promueve el Municipio porteño.